Los 21 presuntos miembros del grupo, señalados de homicidio, concierto para delinquir y robo a mano armada, también delinquían en Boyacá, Cundinamarca y Tolima.
La banda fue desarticulada tras una investigación realizada por la Dijín desde hace más de 2 años, en la que se contó con un uniformado infiltrado que obtuvo videos y audios para la Fiscalía.
Según la indagación, los delincuentes “cuentan con la colaboración directa e indirecta de funcionarios activos y retirados de la fuerza pública, en este caso de la Policía Nacional, corroborándose que algunos de los integrantes de la organización criminal son particulares, pero que portan uniformes, armas de fuego, los que son facilitados por personal activo”, detalló la fiscal del caso.
Agregó que estas personas también usaban a miembros de otras organizaciones y sobornaban a uniformados de distintos cuadrantes para realizar sus acciones.
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