Foto: Noticias Caracol
Hace 8 años, Óscar Iván López Piedrahíta disputó la carrera más importante de su vida. Este vallecaucano de 29 años, que ha dedicado casi dos décadas al deporte y participado en maratones en Colombia y el extranjero, se enfrentó a un cáncer gástrico que por poco sepulta sus sueños como atleta.
Óscar, nacido en Sevilla, se radicó en el municipio de Yumbo desde donde su carrera internacional tuvo un impulso. Al padecer de esta enfermedad, con la que también han batallado deportistas de la talla de Eric Abidal y Lance Armstrong, su familia se convirtió en el impulso más grande para superarla y Dios en su mejor aliado.
"Un día vi a mi madre de rodillas en su cuarto pidiéndole a Dios que no me llevara a mí, sino a ella y ese fue el impulso que tuve para salir adelante. Fue un proceso bastante difícil, ya que mi cuerpo no reaccionó bien a las dos primeras quimioterapias que me hicieron, llegué a pesar hasta 54 kilos", cuenta el atleta.
López agrega que la primera persona que le ayudó en este complejo proceso fue el deportólogo Carlos Alejandro López, a quien le dijo que confiaría su tratamiento a las dietas antioxidantes, dejando de lado las quimioterapias y suspendiendo los medicamentos. Todo lo que lo ilusionaba era volver a competir.
"Mi cuerpo no daba más, pero empecé a correr 10 minutos y después 15. Creo que el deporte fue la chispa y me refugié en él totalmente. Pensé que no lo iba poder volver a practicar, después que me dijeron que tenía el páncreas y el hígado comprometido, pero salí adelante porque mi motivación más grande era estar otra vez en el podio", manifiesta el sevillano.
Foto: cortesía Óscar López
Óscar Iván relata que, en 2012, dos meses después de haber salido de la rehabilitación conquistó la Media Maratón de Cali, la cual, indica, lo lanzó a nivel nacional e internacional en esta disciplina. Sostiene que tras esta competencia siguió cosechando triunfos en casi el 90 % de las carreras que se realizaban en el Valle del Cauca. Luego, comenzó a competir en Europa y a correr en campeonatos del mundo.
Pero esa no fue la única cara a cara que tuvo este atleta vallecaucano con el cáncer, enfermedad por la que lo desahuciaron en dos oportunidades. "Hace dos años tuve una recaída. Con el tiempo el hígado se comprometió otra vez por algo que comí y comencé el proceso de nuevo. Pensé que no lo iba a superar otra vez, pero mi madre y mi familia fueron mi impulso”.
Para este deportista, el sueño más grande es ser campeón mundial de duatlón. "Creo que Dios me tiene para cosas grandes. El próximo año tengo competencias en Europa y en Estados Unidos, porque le voy apostar a clasificar a Juegos Olímpicos en maratón en la prueba de 42 kilómetros", puntualiza.
El vallecaucano dedica su día a día 100 % al deporte. Actualmente, se prepara para los certámenes que asumirá en 2017, uno de ellos es en Holanda a mediados de junio. Va tres horas al gimnasio en las mañanas, también se ejercita en la piscina y en las noches corre o monta bicicleta. También es entrenador en Yumbo, donde cuenta con un equipo de deportistas campeones nacionales de triatlón.
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