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“Si muero, dile a mamá que la amo”: pánico en atracción mecánica

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Dos niñas decidieron probar su valor en el Slingshot Ride, una atracción mecánica no apta para cardiacos. El resultado: gritos, desmayos y una conversación final digna de libreto cinematográfico.

El aparato las impulsó a gran velocidad, una sensación que no pudieron manejar sus pequeñas ocupantes.

“Dios, ten piedad y sácame de esta cosa”, gritaba una de ellas, mientras que la otra perdía por momentos la conciencia.

Cuando todo parecía perdido para las niñas, su nerviosismo se tradujo en filosofía.

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“Mami, te amo. Eres mi mejor amiga, dijo la primera. Y, acto seguido, le hizo un pedido especial a su compañera de aventura: “Si llego a morir, dile a mamá que la amo”.

Con lo que no contaba, era que su amiga tenía también algo importante que manifestar: “Si tú te mueres, yo también me voy a morir (…) Te quiero”.

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Para fortuna de ambas, la atracción mecánica se detuvo y la vida volvió a comenzar.  La escena supera las setecientas mil reproducciones en internet.

Por amor a la ciencia

Nancy Kanwisher, profesora de Neuroanatomía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), dio una lección a sus alumnos que probablemente nunca olvidarán.

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Kanwisher decidió raparse la cabeza para su clase sobre las funciones que cumple el cerebro. Todo el proceso quedó grabado en un video que publicó la científica en su canal de YouTube.

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Una vez rasurada, la maestra le pidió a una asistente que dibujara en su cabeza las partes del cerebro que serían objeto de estudio.

No es la primera vez que Kanwisher usa su cuerpo para explicar la complejidad de la neurociencia. De hecho, tiene su propio sitio web al que llamó El cerebro de Nancy habla, muy popular entre la comunidad estudiantil.

Gorila, al ataque

El susto de su vida se llevó una familia que visitaba el zoológico de Henry Doorley, en Nebraska, Estados Unidos, por cuenta de un gorila que no tenía un buen día.

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Frente a la jaula de los gorilas, el padre grababa a su pequeña hija que empezó a golpearse el pecho al estilo King Kong. Una señal que molestó a uno de los animales.

El gorila que se encontraba más lejos se levantó, corrió hasta donde estaban los visitantes y se lanzó contra el vidrio de seguridad con tal fuerza que casi lo rompe.

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Por fortuna, el ataque no pasó de un susto para esta familia cuyo video alcanzaba este viernes 1,3 millones de reproducciones en internet.

 

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