Advertisement

Advertisement

Advertisement

Advertisement

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Advertisement

Don Jaime, un ‘poderoso’ que va al cielo montado en bicicleta

160316_jaime_ganan_siclas_dim.gif

Jaime Gañán, el popular don Jaime, que vendía mecato en los alrededores de la Avenida 33, la glorieta de Bulerías, la Avenida San Juan y el estadio Atanasio Girardot, en Medellín, tenía dos amores.
Todos los sabían. Sus cuatro hijos, su exesposa y los más de 100 amigos que lo acompañaron hasta su última morada.
Y por eso, antes de darle el último adiós, los reunieron y se los llevaron hasta su ataúd para que, de alguna manera, pudiera despedirse.
Pues don Jaime, del colectivo Siclas y de un grupo de discapacitados que asisten fielmente al estadio Atanasio Girardot, había sido arrollado la tarde del lunes por una volqueta en la glorieta de Bulerías, en el occidente de la capital antioqueña.
“Él iba por la orillita (de la acera). El conductor de la volqueta dice que no lo vio”, cuenta Jaime, uno de los tres hijos varones que dejó don Jaime.
En el féretro, justo antes de que don Jaime fuera sepultado en medio de una calle de honor y un cerrado aplauso que le hicieron sus amigos ciclistas en el cementerio Campos de Paz, los dos amores se encontraron frente a frente, por última vez.
Un casco de colores negro y gris para bicicleta (que él había comprado) y una camisa roja del Deportivo Independiente Medellín (que le fue obsequiada) fueron abanderados de esos dos grandes sentimientos que tenía este indígena emberá, nacido en el corregimiento San Lorenzo, en Riosucio (Caldas).
El primero nació y creció, según sus allegados, junto al Síndrome Camurati-Engelmann que le aquejaba.
“Es una enfermedad progresiva, que le dificultaba moverse. A medida que va pasando el tiempo uno se va agravando. Todos los hijos hombres la tenemos”, contó uno de los herederos del popular don Jaime, que vivía en un inquilinato en Niquitao, junto a su familia.
Por esa razón, aseguró, su papá mantenía en la 'cicla', “pero al llegar a la casa se bajaba y caminaba, pero no podía hacer recorridos muy largos”.
El segundo, dice su hijo, nació y creció luego de su llegada a Medellín, después de haber vivido en Supía (Caldas).
“Fue un hincha vieja guardia, del grupo de la hinchada que son discapacitados. Muy serio, iba a su partido, se concentraba y ya. Siempre estaba en su triciclo”, recordó Fredy Giraldo Ríos, un reconocido seguidor del DIM que vio asistir a don Jaime durante más de 10 años al estadio Atanasio Girardot.
“Era excelente persona, apenas vi la noticia quedé en shock. Era una persona tranquila, servicial, humilde”, dijo sobre don Jaime Juan Guillermo Sástoque, otro seguidor del ‘Equipo del Pueblo’.
En homenaje a uno de esos dos amores de don Jaime, sus amigos de Siclas harán un recorrido desde el barrio Carlos E. Restrepo, donde acostumbraban verlo iniciar carrera en las cicladas en su triciclo.

Por lo que sus hijos piden que el otro, el DIM, no se quede atrás: “uno quisiera que también hicieran un minuto de silencio o hasta un saque de honor”, porque él amaba al ‘Equipo del Pueblo’. 
¿Qué pasa con la accidentalidad en Medellín?
Como un tema de salud pública y de ética calificó la situación de la accidentalidad en las vías de Medellín el concejal Daniel Carvalho, experto en urbanismo y desarrollo sostenible. En la capital antioqueña muere en accidentes de tránsito, en promedio, una persona cada dos días.

  • Advertisement