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Esta sería la estructura del ‘carrusel de la salud’ que se mueve en Antioquia

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Un círculo de amigos y contratistas maneja algunos de los hospitales más importantes de Antioquia.
La lupa de las autoridades está puesta en contratos, lazos familiares y un examen de admisión en los cargos. Esto es exclusivo de Noticias Caracol.
El gerente del Hospital General de Medellín, el más grande del país, con un presupuesto de un billón y medio de pesos, designó a un concejal de Girardota, su pueblo natal, como auditor médico.
“La situación con el concejal es que él firmó que cumplía con la normatividad, que no tenía incompatibilidades ni inhabilidades”, afirma Jesús Eugenio Bustamante, gerente del Hospital General.
Su sorbo de duda es grande cuando le preguntamos si la contratación de un concejal activo no va en contravía de la ley que prohíbe a servidores públicos cobrarle doble sueldo al Estado.
“Tenemos claro que hay sentencias tanto a favor como en contra, en las cuales se puede y no se puede ejercer”, comenta el funcionario.
La respuesta salomónica proviene de un hombre que las autoridades indagan por la supuesta compra del examen que lo calificó con cien puntos en conocimiento y lo catapultó a su cargo.
Según Verónica de Viveros, secretaria General de la Alcaldía de Medellín, este y otros casos están en la mira de la justicia. “En este momento la Fiscalía General de la Nación adelanta una investigación”, asevera.
Pero no es extraño que este ejecutivo prefiera trabajar con amigos muy cercanos como lo hacen sus colegas de los cinco principales hospitales públicos de Antioquia, que en los últimos dos años se mueven en un excluyente carrusel de nombramientos y contratos con los que parecen querer tomarse el sector de la salud.
Un cruce de documentos permite corroborarlo:
Jesús Eugenio Bustamante comenzó como asesor externo del hospital de Puerto Berrio, Antioquia, de 2010 a 2012.
Un año después, hasta comienzos del 2016, fue gerente del Hospital de Turbo. En todos estos cargos tuvo la asesoría jurídica de Juan Fernando Londoño Ruiz, que tiene familiares en juntas directivas de hospitales como La María de Medellín.
Su amigo común, William Marulanda Tobón, también asesorado por Londoño, fue entre el 2007 y el 2010, gerente del hospital de Yolombó, luego llegó al hospital de La María donde tuvo que irse por el escándalo de la cirugía estética practicada a su hermana Laura Marulanda.
Otro miembro del círculo, José David Álvarez, comenzó como subgerente de Marulanda en Yolombó y luego asumió como gerente de los hospitales de Puerto Berrio y Bello.
Tiene socios comunes en todos los negocios de contratación pública al que invitaron a otros de sus amigos.
Uno de ellos es Óscar Villegas, representante legal de la sociedad C & C, que provee múltiples servicios al círculo hospitalario en el que su hermana Maribel Villegas se desempeña como auditora de la contratación.
Esa vigilancia filial entre hermanos se da cuando la compañía asesora la ampliación física del hospital de Caucasia que valdrá más de 26 mil millones de pesos.
Al eje del carrusel pertenece también la Cooperativa Corponal, que ha intermediado la contratación de personal en los hospitales de Bello, Turbo y La María, y ha prestado al mismo tiempo servicio de alimentación, manejo de dispensarios y también la auditoría a la que no ingresa persona ajena.
Hace apenas un mes Bustamante quiso llevar a sus amigos a cargos directivos del Hospital General pero la junta lo impidió.
El asunto es que mientras no se compruebe que estas designaciones provinieron, como lo ha denunciado el concejal Bernardo Guerra, de exámenes comprados, las nóminas directivas seguirán intactas.

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