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Crece la tragedia en Copacabana: ya son ocho muertos y nueve desaparecidos

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Organismos de socorro han trabajado durante todo la jornada de este miércoles para remover 50 mil metros cúbicos de tierra que se desprendieron desde la parte alta de una montaña hacia la autopista Medellín - Bogotá causando una emergencia.
El saldo, según informe entregado a las 7:00 p.m. por las autoridades, es de ocho muertos -cuatro de los cuerpos ya fueron recuperados- y cuatro personas lesionadas.
Según Mauricio Parodi, director del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard), hay nueve personas desaparecidas.
“Estamos en el proceso de búsqueda y rescate, además tenemos un puesto de control con la lista de las víctimas”, dijo.
Según las autoridades, de seis cuerpos que corresponden a trabajadores de la cantera Las Nieves que ya fueron avistados, cuatro fueron rescatados sin vida.
Luz Marina Hincapié, secretaria de Gobierno de Copacabana, municipio vecino de Medellín, el primer cuerpo rescatado fue el de una mujer de 40 a 45 años de edad, el segundo el de Luis Fernando Daza Pertuz, morador de la vereda El Cabuyal, de aproximadamente de 39 años de edad.
Según funcionarios de Corantioquia, la autoridad ambiental que tiene control sobre la zona, la cantera Las Nieves es legal, y no había advertido sobre una posible emergencia.
Carlos Naranjo, subdirector de esa entidad, dijo que “Las Nieves cuenta con instrumento ambiental, había tenido control y seguimiento y tiene un proceso sancionatorio con nosotros, pero no es este proceso específico sino uno que queda paralelo (en otro lugar)”.
En Bogotá, la Cruz Roja confirmó que están buscando un contenedor de carga en donde los obreros de la mina se cambiaban de ropa para iniciar labores. Aunque no hay claridad de cuántas personas había dentro de él en el momento del deslizamiento.
“Hay información del gerente de la cantera que indica que en la parte alta había un contenedor, donde normalmente estaban los trabajadores, es una versión, que estamos confirmando con todos los organismos de rescate porque el acceso a la parte alta no ha sido fácil”, explicó César Urueña, director de Socorro Nacional de la Cruz Roja.
Sin embargo, las autoridades que hacen presencia en el lugar de la emergencia no confirman esta versión.
“Tenemos información de un contenedor lleno de explosivos, que ya lo tenemos asegurado y acordonado, pero de personas atrapadas en él no, en este puesto de control”, aseguró el director del Dapard, organismo de la Gobernación de Antioquia.
A lado y lado del derrumbe, familiares de las personas desaparecidas esperan con angustia noticias de sus seres queridos.
Entre las caras de tristeza, también hay algunas de esperanza por el rescate de familiares y allegados.
Como la de Gustavo Agudelo, a quien un abrazo de su hermano Carlos le devolvió el alma al cuerpo. Él, trabajador de una obra civil, sobrevivió a la furia de la naturaleza.
“De un momento a otro se sintió la avalancha y cuando volteamos a mirar, estaba ya aquí abajo (tapando la autopista). Son cosas de segundos que uno no sabe qué pasa”, relató Carlos Agudelo, sobreviviente de la tragedia.
Al escuchar su versión, Gustavo tomó a su hermano de los brazos y se lo llevó lejos de ese lugar. Que su familiar esté con vida es, para muchos, un milagro entre la tragedia.
“Es un milagro de Dios. Usted trabajando ahí, en esa montaña, y venirse ese arrume de tierra, es un milagro verlo aquí parado, aquí, bien, es una felicidad”, dijo Gustavo.
Alexander Betancur vive una historia distinta. Espera noticias de su sobrino, quien en el momento del deslizamiento trabajaba en el laboratorio de la cantera.
“Están ubicando el sector donde era el laboratorio, están escarbando; hay la posibilidad de que esté ahí, atrapado, hay pues la esperanza y sino lo que Dios quiera”, manifestó.
Otra suerte fue la de Marleny Castaño y Héctor Jaramillo, quienes esperaban encontrar a su hijo con vida.
“Esta mañana nos levantamos, lo despachamos como un y corriente, salió de la casa faltando un cuarto para las cinco de la mañana”, recordó Marleny.
Minutos después de recordar su rutina, su hijo, un practicante de mecánica industrial del SENA, fue encontrado muerto entre la tierra.
Con desconsuelo, las familias de los desaparecidos, apostados a lado y lado del derrumbe, presencian la extracción de cadáveres, todavía con la esperanza de encontrar vida entre tanta angustia.
 
 

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