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Cristina Fernández anuncia reforma en el servicio de inteligencia argentino

La presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció hoy una profunda reforma de la Inteligencia con la creación de una Agencia Federal y calificó la denuncia del fiscal Alberto Nisman por encubrimiento terrorista como "absurda", en su primera aparición pública tras la muerte del funcionario.
En un mensaje transmitido en cadena nacional y grabado en su residencia de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, la presidenta, que apareció postrada en silla de ruedas y vestida íntegramente de blanco, vinculó la muerte de Nisman con el acuerdo firmado con Irán en 2013 y con el atentado contra la AMIA, que dejó 85 muertos hace veinte años y que sigue sin resolverse.
La presidenta denunció maniobras de confusión, cargó contra el poder Judicial y contra los medios de "desinformación" y afirmó que se quiere "atacar o perseguir al Gobierno", aunque, dijo, "a mí no me van a extorsionar, a mí no me van a intimidar".
"Yo no les tengo miedo. Que digan lo que quieran, que hagan lo que quieran, que los jueces me citen, que los fiscales me denuncien, pero no me van a hacer mover un milímetro de lo que siempre he pensado", aseguró.
Durante una hora, la presidenta trató de desmontar los argumentos de la denuncia del fiscal Nisman y detalló el proyecto de ley que enviará al Parlamento para disolver la actual Secretaría de Inteligencia y sustituirla por una Agencia Federal.
El anuncio se produce en medio de una tormenta política sin precedentes y después de que la propia Fernández vinculara la muerte del fiscal Nisman con una conspiración para desestabilizar al Gobierno y apuntara directamente a agentes de Inteligencia recientemente relevados.
Esta profunda reforma de los servicios de Inteligencia responde a la necesidad de "transparentar un sistema que no ha servido a los intereses nacionales", dijo la presidenta, que reconoció que era una "asignatura pendiente" de la democracia.
Denunció que la Inteligencia "bombardeó" el acuerdo de entendimiento alcanzado con Irán en 2013 y que, según Fernández, habría permitido agilizar la investigación del atentado contra la AMIA porque facilitaba el interrogatorio de los acusados en territorio iraní.
Paralelamente, agregó, "comienzan a sucederse con ritmo de vértigo" las denuncias contra la presidenta "con la complicidad de grupos de jueces, denunciantes anónimos y también de los periodistas amplificadores o los medios de desinformación amplificadores".
Se presentaron "todo tipo de denuncias contra la presidenta como nunca se vio en ninguna etapa de la democracia", insistió.
La última denuncia contra Fernández, la que presentó el fiscal Nisman por presunto encubrimiento el pasado 14 de enero, cinco días antes de que fuera hallado muerto con un tiro en la cabeza en su vivienda.
"Esa denuncia, sin ningún fundamento, ningún asidero, y la muerte del fiscal Nisman están directamente vinculadas con el antecedente del memorándum de entendimiento firmado con Irán y con el atentado contra la AMIA", dijo Fernández.
La denuncia de Nisman es "descabellada", tiene "argumentos absurdos" y ningún experto "puede creer que eso fue escrito por un abogado, y menos por un fiscal", afirmó.
"No puede caber en la cabeza de nadie que alguien pueda delinquir firmando un tratado internacional aprobado por el Congreso", insistió.
Para la presidenta, "parece ser que en realidad nadie quisiera que se investigara a fondo o se tomara declaración a alguien" sobre el atentado contra la AMIA.
"Hace 21 años del atentado y alguien pretendió con una denuncia sin fundamentos que queríamos desviar la atención y ocultar a los iraníes por la venta de granos", agregó.
Relató que se enteró de la muerte del fiscal en la madrugada del lunes, de boca de la ministra de Seguridad, y aportó nuevos datos sobre la figura de Diego Lagomarsino, el colaborador de Nisman que le proporcionó el arma que acabó con su vida y que hoy mismo fue imputado.
Lagomarsino es un informático contratado por Nisman que Fernández definió como un "feroz opositor al Gobierno" y que trató de renovar su pasaporte el pasado 14 de enero, el mismo día en que el fiscal presentó la denuncia contra la presidenta.
"Tal vez todo lo que ha sucedido constituya el hilo de Ariadna que nos permita dar respuesta a las 85 víctimas y sus familiares", apuntó Fernández.
Las reacciones no se hicieron esperar y la oposición criticó a la presidenta por considerar que se "victimizó" y que no dio argumentos contundentes para desmontar la denuncia de Nisman.
Los opositores cuestionaron detalles del proyecto de la Agencia Federal de Inteligencia, que amplia el poder de la Fiscalía, encabezada por Alejandra Gils Carbó, a quien criticaron por "seguir los designios del Gobierno" y no ser "una fiscal independiente", en palabras del senador radical Ernesto Sanz.
Mientras crece la tormenta política, la investigación de la muerte de Nisman avanza lentamente y sin resultados concluyentes, con la imputación de Lagomarsino, y declaraciones contradictorias de los guardaespaldas del fiscal.

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