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Hawaianos dicen adiós a la tormenta Iselle, pero están atentos al huracán Julio

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Luego de que la tormenta tropical Iselle pasara sin afectar a los bañistas y surfistas en Hawái, el estado observaba la trayectoria del huracán Julio, que de acuerdo con los pronósticos, pasaría a unos 255 kilómetros (160 millas) al noreste de las islas cuando tenga su mayor aproximación, el domingo.
Aunque las previsiones para Julio pueden cambiar rápidamente, al parecer las tormentas sólo fueron un susto para Hawái en lugar de representar una amenaza significativa.
"Esto no fue como Sandy o Katrina, o cualquier otra tormenta cuyo nombre recuerdes", dijo Sylvia Dahlby, residente de Hilo, en la Isla Grande. Ínsula que recibió el viernes el impacto de la tormenta Iselle, ya debilitada. Para la noche de ese día el Servicio Meteorológico Nacional anunció que había cancelado todas las alertas y advertencias de tormenta para el estado.
Iselle derribó algunos postes de electricidad, de teléfonos y árboles, pero no causó daños mayores o lesiones.
La tarde del viernes la gente salió luego de que la congestionada ciudad de Honolulu luciera vacía por la mañana.
Vientos y lluvia cayeron sobre Maui, Oahu y Kauai y rondaron la Isla Grande. El Meteorológico emitió alertas de inundación para Oahu y Kauai el viernes por la noche. Dos comunidades en Puna quedaron aisladas por caminos dañados lo que llevó a autoridades electorales a posponer la votación en dos casillas, aunque se especificó que el resto de la votación programada para el sábado se mantendrá de acuerdo con los planes.
Aunque careció de fuerza, Iselle fue la primera tormenta tropical en descargarse sobre Hawái en 22 años. Tras su paso, productores de café en la Isla Grande recorrieron caminos anegados para verificar el estado de sus cosechas.

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