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Próxima Jornada Mundial de la Juventud será en Cracovia, Polonia

Papa Francisco en su último día en Brasil en la Jornada Mundial de la Juventud. Foto de AP
Papa Francisco en su último día en Brasil en la Jornada Mundial de la Juventud. Foto de AP

"Queridos jóvenes, tenemos una cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2016 en Cracovia, Polonia. Pidamos, por la intercesión materna de María, la luz del Espíritu Santo para el camino que nos llevará a esta nueva etapa de gozosa celebración de la fe y el amor de Cristo", dijo el papa.

Nada más anunciar la ciudad, jóvenes procedentes de Polonia, vestidos con camisetas roja y blancas -los colores de la bandera nacional- y otros con trajes típicos del país rompieron en aplausos y comenzaron a bailar.

Cracovia es la ciudad de la que el beato papa Juan Pablo II fue arzobispo desde 1962 y cardenal desde 1967 hasta el 16 de octubre de 1987, cuando fue elegido pontífice tras la muerte de Juan Pablo I.

Misa en Copacabana

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"Queridos jóvenes: Jesucristo cuenta con ustedes, la Iglesia cuenta con ustedes", les dijo a cerca de 3 millones de personas que desbordaron la playa de Copacabana.  

El papa celebró la misa con la que se marca el final de Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

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"La fe es una llama que se hace más viva cuando más se comparte", así que "id y haced discípulos en todas las naciones", dijo Francisco durante la liturgia.

"El mejor instrumento para evangelizar a un joven es otro joven", sostuvo.

Poco antes de la eucaristía, pidió a través de Twitter: "Dejemos que nuestra vida se identifique con la de Jesús, para tener sus sentimientos y sus pensamientos".

Para enfrentar la madrugada, la organización de la JMJ proporcionó una especie de kit de supervivencia para los peregrinos con ensalada de atún, papas fritas, barras de cereales, chocolate y maní.

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La vigilia debía haber sucedido en un descampado en Guaratiba, un barrio alejado de la ciudad y sin la húmeda brisa marina, pero que se convirtió en un lodazal con las lluvias de los últimos días.

Los organizadores trasladaron los actos del fin de semana a Copacabana y la alcaldía permitió el pernocte en la arena, aunque no plantar tiendas de campaña, una disposición que algunos peregrinos se saltaron.

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A las cinco de la mañana, un grupo de peregrinos de Cruzeiro, en São Paulo, empezó a doblar las mantas y levantar el campamento para prepararse para la misa final. "La iglesia está en comunión aquí hoy, todos estamos unidos", dijo Daniel Goulart, de 23 años.

Por la mañana el ambiente de campamento había desaparecido de Copacabana y tres millones de personas, según los organizadores, estaban en pie para recibir al Papa.

Río de Janeiro, Brasil

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