Así fue el proceso contra Carlos Cárdenas

El extraño fallecimiento de Colmenares no solo trajo tragedia para la familia de este joven estudiante de los Andes. También cambió la vida de otros tres muchachos: Carlos Cárdenas, Laura Moreno y Jessy Quintero, señalados de participar en lo que se cree fue un homicidio.

En el caso de Cárdenas, la Fiscalía había dicho tener pruebas suficientes para demostrar que fue él quien asesinó a Colmenares. Según la tesis que expuso el año pasado, el joven tuvo una discusión previa con la víctima y la noche del deceso, el 31 de octubre de 2010, le pegó dos botellazos que le causaron la muerte.

La discusión y el posterior asesinato habrían sido provocados por celos. Cárdenas había terminado, dos meses antes de los hechos, una relación amorosa con Laura Moreno, con quien Colmenares se encontraba departiendo aquella fatídica noche.

Aunque Cárdenas se ha declarado inocente y ha negado haber estado con la víctima el día en que esta falleció, los investigadores dijeron haber recopilado al menos 62 pruebas para tratar de demostrar que Colmenares no se suicidó sino que fue ultimado. En ese orden de ideas, se pensaba que le imputarían al joven los delitos de homicidio y cohecho.

Cárdenas, de 22 años y estudiante de Ingeniería Industrial, alcanzó a estar detenido 43 días, pero una juez consideró insuficientes las pruebas que en su momento presentó la Fiscalía y ordenó excarcelarlo, si bien el proceso en su contra, como el proceso contra Moreno y Quintero, continuaba.

A la madre de Cárdenas, María del Pilar Gómez, y a quien fuera su abogada, Aidé Acevedo, la justicia también les abrió una investigación. La razón: en una llamada telefónica, interceptada por las autoridades, se les escucha hablando sobre la posibilidad de mover influencias en la Fiscalía para cambiar el fiscal del caso y conocer documentos reservados.

Actualmente la fiscal encargada del proceso es Matha Lucía Zamora y el abogado defensor de Cárdenas es el exfiscal general de la Nación Mario Iguarán. Este último ha denunciado que su cliente ha recibido amenazas de muerte.

Bogotá