“Que el regreso a clases no signifique más encierro para los niños”: experto en educación física

El adecuado desarrollo de los niños y jóvenes depende también del entorno en el que se encuentren, por lo que el confinamiento por coronavirus (https://noticias.caracoltv.com/coronavirus-covid-19) y la falta de espacio libre podrían estar ocasionando un malestar físico y emocional en ellos.

José Luis Forero, director del programa de Educación Física de la Universidad Libre, advierte que un eventual regreso a clases no puede significar más encierro para el estudiante.

“Las clases de educación física en Colombia tiene que ser, por lo menos para la población escolarizada, urgente, inaplazable y primordial”, señala el experto.

Y es que, según los especialistas, la edad en la que más se debe incentivar la actividad física, la recreación y el deporte está entre los 5 y los 12 años.

Así las cosas, el confinamiento al que han estado sometidos los estudiantes por cuenta del COVID-19 durante más de dos meses representa un riesgo para la salud por el aumento del ocio y del sedentarismo.

Recordemos, además, que la actividad física estimula el desarrollo de la dimensión motora del ser humano y complementa la biológica, la psicológica, la emocional, e incluso, la espiritual.

“Esto que nos obliga a estar confinados ha hecho, por supuesto, que se reduzcan mucho los niveles de actividad física y que estemos marginados en casa”, anota Forero.

Lo anterior se ha convertido en todo un reto para los docentes de esta materia, que durante esta época de pandemia han tenido que diseñar nuevas estrategias virtuales, muchas veces, con el apoyo de los padres de familia.

El académico advierte que volver al colegio a partir del primero de agosto, como lo plantea el Gobierno nacional a través del Ministerio de Educación, no debería significar más encierro para el estudiante.

“Porque el niño llega a buscar a sus amigos, llega a relacionarse, llega a disfrutar de estar con los demás, a ser reconocido por esa comunidad”, explica.

Así las cosas, según Forero, el regreso a clase debe significar la oportunidad de hacer actividades que saque a los estudiantes del encierro en el que han permanecido.

“Sería muy dramático ver al niño en el salón de clases, sentado esperando a los profesores, que puedan representar unas 3 o 4 horas seguidas de ese encierro relativo en el salón”, dice.

Esta puede ser una oportunidad para implementar nuevas oportunidades y formas de aprendizaje.

Sin embargo, resalta que la convivencia de los niños después de la pandemia, en la llamada nueva normalidad, dependerá también de cómo ha concurrido su período de confinamiento.