Para nadie es un secreto que la llegada de la pandemia ha causado estragos en las familias, parejas, hogares, empleos y la economía en general y cada persona reacciona de manera distinta ante situaciones estresantes.
Aunque el impacto del coronavirus es generalizado, hay personas a las que esta situación les ha afectado hasta su estabilidad emocional.
“Nuestra población es muy vulnerable en salud mental, no solo por la pandemia, venimos de factores de violencia, desigualdad, privaciones afectivas, emocionales, física, desamor, falta de compasión, que nos predispone a alteración de la salud mental. En el marco de la pandemia todo se exacerbó”, explica Milena Rubio García, médica psiquiatra y docente de la Universidad Libre.
Según la experta, todos los seres humanos son resilientes, un factor biológico propio que ayuda a generar estrategias para enfrentar situaciones difíciles, dolorosas o catastróficas y es parte de lo que estudia la neurociencia.
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“Nos permite hacer una evaluación de todos estos padecimientos, del sufrimiento emocional teniendo en cuenta la neurología del cerebro, los factores psicosociales y vulnerabilidad de cada individuo ante esta situación”, dice Rubio.
En el caso de los jóvenes, hay quienes con el paso del tiempo logran adaptarse a la situación que se está viviendo; sin embargo, otros se desestabilizan completamente.
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“Sabemos que la adolescencia es una edad donde es muy importante hacer un proceso de individualización de la familia, marcar la diferencia de los padres y es muy importante la interacción, amigos, socialización. El estar en la casa 24/7 también ha generado dificultades emocionales en los adolescentes y va desde la irritabilidad, la rabia, tristeza, desmotivación; muchos han abandonado actividades que antes les producían placer, como el deporte, el arte”, apunta.
A la población en general, los cambios profundos de los hábitos diarios y el miedo al contagio son algunas de las causas que afectan la salud mental.
“Cuando necesitamos ayuda de psicoterapias, medicamentos, para mantener el equilibrio, en salud mental también tenemos que pedir ayuda, no nos debe dar pena hablar de nuestros sentimientos, emociones, por eso no somos débiles, todo lo contrario, un individuo que acepta que necesita ayuda, es valiente”, sostiene la psiquiatra.
Hay que tener especial cuidado con la alteración de los estados emocionales como la ansiedad, depresión, soledad, aislamiento, mal genio, desánimo, factores de riesgo para el cuidado de la salud mental.
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