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Tener un arma para defenderse no es tan fácil ni tan seguro y le puede traer más dolores de cabeza

Tener un arma para defenderse no es tan fácil ni tan seguro y le puede traer más dolores de cabeza

En Colombia el porte de estos artefactos no es un derecho, sino una concesión. Obtener un salvoconducto tiene restricciones.
Dicho permiso se logra luego de una solicitud que se presenta ante la brigada del Ejército respectiva. Debe exponer las circunstancias que hacen que usted requiere un arma, demostrar con pruebas que las amenazas o atracos sufridos son reales, presentar exámenes médicos y entrevistas psicológicas, hacer un curso de manejo de armas, entre otros requisitos.
El salvoconducto de un arma puede ser únicamente para tenerla en casa o para portarla, pero únicamente dentro de una zona geográfica que evalúan las autoridades. Además, se lo otorgan por un tiempo determinado, que normalmente es de 3 años.
Si le aprueban la tenencia o el porte del arma, no puede ser de largo alcance. Máximo de 9 cartuchos. Además, deberá comprársela a Indumil, pues no hay más opciones legales para adquirirla.
Tenga en cuenta que, aunque usted logre un salvoconducto, las autoridades pueden suspender el porte de armas aun con ese permiso.
Otros ciudadanos pretenden conseguir para defenderse armas neumáticas, de balas de goma, de fogueo, aerosoles de gas pimienta, taser, un arma blanca, un bate o un garrote metálico. Estos elementos están restringidos por el Código de Policía. Cuando las autoridades hacen vigilancia, las decomisan.
Las restricciones son más severas si la persona que porta esos elementos pretende ingresar a un sitio de aglomeraciones. Las consecuencias pueden ir desde una multa hasta la prohibición a lugares concurridos.

Aunque usted sea una persona de bien que solo quiere defenderse de los delincuentes, usar esos elementos también podría meterlo en problemas. “El taser eléctrico puede provocar paro cardiaco, el gas pimienta causa lesiones delicadas en la visión”, explica Jesús Javier Parra, docente de Derecho Penal en la Universidad Libre.
Las lesiones que usted le cause a otro con cualquiera de estos elementos podrían acarrear una investigación penal bajo los cargos de lesiones personales, tentativa de homicidio u homicidio preterintencional.
Despeje más dudas jurídicas en nuestra sección Al Pie de la Letra.

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