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General que más combatió a las FARC en Meta ahora vigilará a antiguos enemigos

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"Yo era oficial de operaciones de la Fudra y planeamos una operación donde se hirió a Lozada y allá en La Habana tuvimos la oportunidad de sentarnos y de que él me contara como había visto la operación desde su punto de vista, por qué se dieron las cosas, cómo se dieron y de contarle yo también como fueron las cosas de nuestro lado”.
El general Carlos Alfonso Rojas se refiere a ‘Carlos Antonio Lozada’, uno de los negociadores de las FARC en Cuba. La guerra los enfrentó y, desde que lo llamaron a ser parte de los diálogos, la paz los puso a un mismo lado.
“A ‘Romaña’, a ‘Gentil Duarte’, a todos estos personajes del bloque oriental, a ‘Joaquín Gómez’ y al principio se da uno cuenta de que todo ese sacrificio se vio reflejado en que al final del camino nos sentáramos las FARC y el Gobierno a buscar una salida negociada".
El general Rojas lleva 35 años en el Ejército; fue jefe de Inteligencia y comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido, una de las fuerzas más entrenadas para combatir a la guerrilla.
Ha visto a su gente morir, las heridas de la guerra las lleva en el corazón.
"Es un momento difícil, es un momento duro, esos primeros encuentros son estresantes, no sabe uno realmente cómo va a reaccionar, pero con el tiempo se fue generando un respeto mutuo y se fueron abriendo esos caminos de diálogo”.
Sin embargo, el presidente Santos le acaba de asignar otra misión: se encargará de la seguridad de las zonas de concentración de los guerrilleros y de verificar que lo acordado en las áreas se cumpla. Es su trabajo soñado.
"Coordinaremos con las fuerzas la seguridad que va a haber alrededor de esas zonas veredales transitorias de normalización".
Este curtido oficial le contó a Noticias Caracol cómo durante las negociaciones en Cuba estuvieron al menos seis veces a punto de pararse de la mesa. Hasta eso quedó registrado en estos cuadernos que ha guardado como el mayor de sus tesoros y que por primera vez decide mostrar a un medio de comunicación. Soldados amputados por las minas elaboraron las caratulas de estos valiosos cuadernos.
"Yo iba tomando nota aquí y los cuadernos se volvieron famosos; de estos cuadernos a veces me preguntaban qué se hizo la vez pasada, incluso las FARC tomaba fotos a lo que estaba escrito ahí".
La negociación llevó a que las FARC aceptaran desmovilizarse en 22 zonas veredales y 6 campamentos. Ese fue el punto más complicado de la negociación entre ambas partes.
"Durante mucho tiempo las FARC estuvieron en 76 zonas y nosotros en 7, la diferencia era inmensa”.
Él, junto con el general Javier Flórez, llegaron después de 4 años a la zona en donde más combatieron a las FARC: La Macarena, Meta.
Desde allí les dieron un mensaje a sus soldados:
“Y esta unidad militar que precisamente tenía como objetivo el fin de la guerra con las FARC ha cumplido su misión. ¡Misión cumplida!”.

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