Orlando Restrepo Jaramillo, de 75 años de edad, fue el conductor personal de
“Me recomendó un amigo del grupo que teníamos de limusinas en Nueva York. Cuando necesitábamos dos o tres limusinas nos llamábamos y nos dábamos trabajo. El nombre de él es Jorge Triana y fue también chofer de Fernando Botero”, contó Restrepo.
Orlando tiene en su poder un cuaderno con más de 100 hojas con escritos de todos los momentos que pasó con el maestro. También conserva una foto de su último abrazo con el artista.
“Me gané mucho la confianza y el respeto porque él vio que yo era una persona que hacía el trabajo con mucho amor y orgullo de ser un colombiano sirviéndole a un colombiano. Nunca me hizo sentir chofer, siempre me hizo sentir su amigo, en los momentos tristes, porque los tuvo, le gustaba mucho que yo le diera un paseo por las principales calles de Nueva York”, recordó el hombre.
Orlando fue testigo de algunas de sus alegrías, pero también de sus preocupaciones.
“En la tristeza con su hijo, Fernando Botero Zea. Cuando fue el problema político, él me pidió a mí orar, me dijo: ‘Orlando, sé que usted es un hombre de fe, estoy muy triste y muy perturbado’, y yo le dije: ‘Señor Botero, Cristo Jesús nos dijo en su evangelio que no se turbe nuestro corazón’”, agregó.
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Hoy sigue sin creer que su jefe y amigo ya no está. Sin embargo, a Orlando lo consuela la idea de que tuvo el privilegio de tener como pasajero y jefe al maestro Fernando Botero.
¿Qué pensaba Fernando Botero de la muerte?
El artista colombiano, considerado el más importante de todos los tiempos, había desarrollado una pulmonía desde hacía cinco días que complicó su estado de salud.
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Así hablaba Fernando Botero con Margarita Rojas, hace casi 11 años, cuando Colombia le rindió uno de los más grandes homenajes y reconocimientos. En su momento, la presentadora le preguntó si había considerado por alguna razón física o emocional la posibilidad de dejar de pintar.
“No, nunca. A mí lo único que me aterra es que me dé alguna enfermedad que me impida pintar, pero yo pienso que si uno se muere de repente, pintando, me parece fantástico. Que uno esté vivo, pero sin poder pintar, me parece horrible. No sé qué haría. Una vida sin pintar no la concibo”, respondió.
A sus 91 años, y cuatro meses después de que Sophia Vari, su gran amor, se fuera a la eternidad, el maestro Fernando Botero murió en Mónaco. Lina Botero, quien estuvo al lado de su padre hasta el último momento, dijo que el artista murió tranquilamente.