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Durante el sepelio de su suegro amenazó de muerte a su exesposa y cumplió accionando un gatillo

Foto: Wilson del Jesús Corrales Londoño y la escena del crimen / Fiscalía.

En las últimas horas un juez parece haber dado punto final a un feminicidio que conmocionó a Medellín, entre otras cosas, porque fue ejecutado a la vista de cientos de personas en el barrio Carlos E. Restrepo.
El Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado sentenció a 35 años y 3 meses de prisión a Wilson del Jesús Corrales Londoño, de 48 años, por haber asesinato a su excompañera sentimental Natalia Andrea Gaviria Hincapié, de 28 años.
Según investigación de la Fiscalía, Corrales Londoño se obsesionó con su exesposa y comenzó a intimidarla sistemáticamente hasta cometer el homicidio el pasado 22 de septiembre de 2016.
Los investigadores establecieron que el condenado amenazó a su víctima incluso durante el sepelio del padre de esta. 
También la asediaba constantemente y llegó al extremo de enviar un panfleto a la empresa donde ella trabajaba, donde informaba que había logrado ascensos con actividades indebidas.
El homicidio ocurrió en el occidente de la capital antioqueña comenzando la noche.
Natalia Gaviria, empleada por entonces de EPM, conducía su vehículo cuando se detuvo debido a un trancón, en el Carlos E. Restrepo.
En aquel momento el lugar, por ser aledaño a una zona cultura y de rumba, se encontraba ocupado por un número considerable de personas.
En ese momento el agresor, que se movilizaba a pie, aprovechó que el automotor se detuvo para disparar repetidas veces contra la mujer, quien murió en el instante.
Fue un escolta del alcalde de Liborina, quien se percató de la situación, quien dio captura al atacante luego de inmovilizarlo con un disparo en el abdomen. Allí Wilson del Jesús Corrales, según el alcalde de Liborina, confesó que es el exesposo de Natalia.
El hombre fue llevado a un centro asistencial donde se recuperó.
Al aprehendido se le incautó un arma revólver Llama Casadi y una granada de fragmentación IM 26.
Corrales Londoño, taxista de oficio, aceptó los cargos en la etapa de acusación y fue sentenciado por los punibles de feminicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego de uso civil y militar.  
El procesado tiene otra denuncia por violencia intrafamiliar.
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