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Los conmovedores testimonios de dos jóvenes víctimas de la prostitución en Medellín

Frases como “usted está sentada en la mina de oro” o “venda su cuerpo para que progrese en la vida”, son las que escuchan estas mujeres en sus casas.
Medellín es una de las ciudades más atractivas de Colombia por su clima privilegiado, desarrollo urbanístico y paisajes fascinantes, pero no siempre sus turistas llegan por lo mejor de estas tierras. Según las autoridades, parte de quienes la visitan van en busca de prostitución y drogas.
"Desde pequeña le dicen a uno, usted está sentada en la mina de oro explote eso, vaya busque plata que usted puede hacer plata muy fácil, - ¿quién dice eso? - es muy triste porque por ejemplo en mi caso lo ha dicho mi familia y… mi mamá siempre decía consígase un marido que la mantenga o váyase de puta a ver si progresa en esta vida", relata Valentina, joven dedicada a la prostitución.
"Nos íbamos para fincas, nos pagaban dependiendo del tiempo que nos quedáramos y para eso nos volábamos de las casas y del colegio", comenta Juliana, quien también se dedica a este oficio.
La falta de empleo y oportunidades obliga a jóvenes como ellas a buscar alternativas en la prostitución.
“La verdad yo la busqué porque como le digo yo estaba buscando empleo, no se da la oportunidad porque uno reparte hojas de vida y por ningún lado le sale", confiesa Valentina.
Decenas de turistas aprovechándose de esa vulnerabilidad llegan a Medellín en busca de mujeres y hombres de todas las edades. Un fenómeno sexual que funciona a través de cadenas de Facebook y WhatsApp.
"Escriben, necesito niñas de tal manera o necesito una niña para tales horas, me pueden enviar fotos y ya la que el cliente escoja", cuenta Juliana.
"Pero no le dicen a uno exactamente con quien va a estar, uno simplemente vaya asista y haga lo que tenga que hacer y reciba su plata y listo", precisa Valentina.
Pero este drama va más allá de vender el cuerpo.
"Hay una red de proxenetas que están vendiendo las virginidades de niñas, niños y adolescentes, con paquetes turísticos e incluso en fincas de Sabaneta, Barbosa o los alrededores de Medellín, pueden cobrar hasta 5 o 6 millones de pesos y van precios hasta de 300 mil pesos", informa Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación.
"Se supone que las vírgenes son mucho más costosas, es algo muy costoso", dice Valentina.
El Parque Lleras, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y más concurrido por los turistas, es el epicentro de muchas problemáticas como la explotación sexual.
"Parce, a la carta: quiero una negra, quiero una bonita, una alta, una flaca, usted la consigue como la necesite y en el precio que sea", comenta un comerciante del sector que trabaja con mujeres en el Lleras.
“A ellas las traen los combos, y los combos se llevan de una vez el cliente", indica una vendedora de dulces que trabajan en el Parque Lleras.  
"Me encuentro con todo lo que menos me gusta, que las drogas, que la fiesta, que esto que lo otro que armas y uno solamente le toca tragar y lo que se tenga que venir, hay que seguir ahí por necesidad", confiesa Valentina.
"Piensan que están acá trabajando y mentiras que vienen es a divertirse y a consumir drogas", opina Juliana sobre los turistas que llegan a Medellín.  
Valentina enderezar el rumbo de su vida, que en algún momento fue inducido por su familia.
"El país le da más dinero a la guerra que al estudio", reclama Valentina.
Pese al panorama, la alcaldía de Federico Gutiérrez desborda gran parte de su presupuesto para proteger los derechos de los niños y niñas de la ciudad. Desde la Secretaría de Inclusión Social buscan cautivar con un abanico de oportunidades a decenas de niños que deambulan sin rumbo por las calles.  
"Nosotros tenemos programas integrales, los programas van desde garantizar la alimentación, el vestido, el tener un lugar digno donde dormir, hasta procesos fuertes de educación, de formación, de competencias para hacerle frente a una ciudad como Medellín”, explica César Alberto Zapata, coordinador operacional de la unidad de niñez.
Si bien es una problemática mundial y azota las principales ciudades, la capital antioqueña ha dado una lucha frontal. En los últimos meses han logrado capturar más de 20 personas, cobijaron 8 inmuebles, entre ellos moteles con extinción de dominio, y han logrado recuperar más 60 niños y niñas de los tentáculos de la explotación sexual.

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