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Luisita, niña colombiana con cáncer que clama por recibir tratamiento médico en Estados Unidos

Tiene un cáncer cerebral que, según su familia, ya no puede ser tratado en Colombia. Esperan que, con muchos “granitos de amor”, puedan viajar y salvarla.

Una tratamiento en Estados Unidos podría salvar a 
Luisa Fernanda Correa Zea de un cáncer cerebral
"La recaudación de estos fondos se destinará a gastos médicos y gastos de viaje", dice la familia de la niña con cáncer cerebral.
Instagram @ayudemosaluisa

Luisa Fernanda Correa Zea, de 7 años, es una niña de Medellín activa, deportista y amante de los animales. Dentro de su familia, fue una pequeña deseada. Sin embargo, un agresivo cáncer cerebral tiene a la menor en una situación de vida o muerte. Un tratamiento en Estados Unidos podría ayudar a curarla, según sus seres queridos.

Mediante la cuenta de Instagram @Ayudemosaluisa, su madre, Adriana María Zea Toro, comentó con la voz resquebrajada que a principio del mes de marzo la niña fue diagnosticada en la Clínica de las Américas con un tumor en el tallo cerebral grado 3, el cual ha comprometido el 40% del órgano.

La enfermedad comenzó a manifestarse porque la niña expresaba ver doble, trasbocaba y caminaba diferente. Las cosas escalaron de manera acelerada, ya que a los tres días de la primera consulta, los profesionales encontraron en una resonancia magnética el tumor, por lo cual a la semana siguiente ordenaron una cirugía para extirparlo.

Después de esta intervención quirúrgica, hicieron otras imágenes diagnósticas para ver cómo estaban comprometidos la médula y el cerebro. Estas revelaron que aún quedaban partículas en el tallo cerebral, el cual sirve como conexión entre la médula espinal, el cerebelo y el cerebro, posibilitando funciones como la movilidad, la visión y en general los sentidos.

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Actualmente, cursa el grado segundo en el colegio San Juan Bosco. Su docente, Verónica Andrea Ramírez Martínez, destaca que la menor es una persona que se preocupa por los demás. “Siempre estaba pendiente de los compañeritos. Si alguien faltaba, preguntaba por qué no había llegado”.

Afirma que tiene una naturaleza tierna y afectuosa, rasgos propios de una personalidad histriónica y expresiva que la hacía una excelente porrista, deporte que practicaba.

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En una pijama mandarina, y arropada con una cobija de princesas, Luisa expresa eufórica desde la cama de un hospital que en su hogar tienen dos gatos, y que su papá se llama Hugo. Mientras está internada, ella continúa haciendo dibujos que muestran su creativa imaginación, al colorear un gato de orejas amarillas y cola rosada.

La inocencia que la rodea también ha tenido que blindarse con resistencia, debido a que, en poco más de un mes desde que comenzó su hospitalización, también padeció de meningitis química, bacteriana e hidrocéfala que tuvo que ser controlada por medio de una derivación, otra entrada al quirófano donde le implantaron un tubo en la cabeza.

En este momento el tumor está siendo tratado por medio de cuidados paliativos, ya que la familia fue informada que es de difícil tratamiento. En búsqueda de opciones de opciones más prometedoras, la familia está agotando hasta el último recurso.

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“Inicialmente, necesitamos que nos reciban en Estados Unidos. Creemos que el más adecuado es el Hospital St. Jude de Tennessee, porque ellos tienen una radioterapia que es por protones y la que hay en Colombia es por fotones”, expresa al borde del llanto Adriana.

Así mismo, agrega que esta es la opción que conocen, pero que están abiertos a que personas que conozcan sobre el tema los orienten frente a cuáles otros lugares de tratamiento pueden acudir.

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En un video testimonial de su perfil, la madre se rompe por el sentimiento y, con la mano en el pecho, dice que “ella es nuestra vida, es nuestra hija, aquí está Dios de por medio y yo les pido mucha oración, pero también que nos apoyen con contactos, con personas que nos guíen adecuadamente”.

La familia solicita también apoyo económico, manifestando que si St. Jude no los recibe, deben buscar tratamientos privados, los cuales “sabemos que en el exterior esto es muy costoso”.

Al final todos sus esfuerzos están enfocados a mantenerla con vida, porque para ellos su llegada fue una bendición. Así mismo, sus compañeros del salón esperan con anhelo su regreso, para el cual desean prepararle una fiesta de bienvenida.

La familia hizo una colecta en GoFundme para recaudar 300.000 dólares, de los cuales llevan 100. Para mayor información sobre el caso puede comunicarse con línea única 318 6997686.

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