En Medellín, el personal médico de la IPS Universitaria, hospital que más enfermos ha atendido por COVID durante la pandemia, se convirtió en blanco de los delincuentes.
Para los médicos de esta clínica el cambio de turno es toda una pesadilla, pues justo coincide con vandalismo, enfrentamientos y bloqueos donde terminan las marchas, el Parque de los Deseos, diagonal al centro médico.
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“Esos bloqueos no permiten que el personal de la salud llegue con sus vehículos particulares hasta cerca de la clínica o cuando vienen en metro las estaciones cercanas también están cerradas y las calles bloqueadas y el transporte público se altera; entonces el personal tiene que caminar un trayecto largo para recibir el turno”, indicó Jorge Otero, coordinador de urgencias de la IPS Universitaria.
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Aquellos que, cansados de su larga jornada, de atender la pandemia o que esperan llegar a su casa a descansar y se atreven a salir de la IPS Universitaria a esa hora, son presa fácil de los vándalos.
“Están expuestos a que los roben, a que los amenacen, a que los golpeen, y ya hemos tenido tres compañeros que les han hurtado sus pertenencias, llegando o saliendo de la clínica”, agregó Otero.
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El robo a tres médicos y el ataque esta semana contra una clínica renal en el centro colman la paciencia de quienes hacen frente sin descanso al COVID-19.
Se espera una respuesta de las autoridades en cuanto al manejo que se le darán a las marchas que vengan a futuro.
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