Aunque muchos aún son incrédulos sobre la letal existencia del coronavirus, o la crítica situación en gran parte de los hospitales y clínicas de Antioquia, las cifras evidencian una dura realidad.
Este jueves, de las 1.262 camas UCI que tiene el departamento, 1.077 están ocupadas, entre pacientes COVID y no COVID.
Así las cosas, Antioquia se encuentra con una ocupación del 85.34% y Medellín está en el 90.33%.
Por la indisciplina social, la Gobernación decretó de nuevo un toque de queda entre las 10 la noche y las 5 de la mañana,desde esta noche hasta el próximo martes 19 de enero.
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“Reduce las fiestas. Uno ve que incluso ayer había mucha gente en la calle después de las 10 de la noche, mucha gente todavía está creyendo que esto es un chiste, creyendo que el coronavirus no es una realidad”, manifestó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
La medida de pico y cédula también regresa y aplicará solo en los 10 municipios del área metropolitana del Valle de Aburráy siete más del oriente antioqueño, entre la media noche del viernes 15 de enero y la media noche del martes 19.
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“Siguen semanas retadoras, se viene la nueva cepa que seguramente va a llegar y seguramente vamos a tener semanas más retadoras todavía y por eso desde ya tenemos que prepararnos”, aseguró el mandatario.
Expertos en epidemiología aseguran que estas medidas son necesarias, incluso piden que sean más drásticas.
“El toque de queda y la ley seca han tenido evasivas por parte del público, se han incrementado las fiestas clandestinas, las aglomeraciones en espacios cerrados como clubes, fincas y esto, paradójicamente, termina por incrementar el riesgo de mayor número de contagios”, señaló Yessica Giraldo, epidemióloga.
Las autoridades no descartaron más medidas restrictivas a la movilidad en los próximos días, todo dependiendo del comportamiento de las cifras.
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