A las 11:37 p. m. del 21 de noviembre del 2021,
Seis minutos más tarde, empezó a ejecutar lo que había planeado meses atrás: matar a su hermano y a su mamá.
Yhonier Leal estuvo en su alcoba y luego salió a la cocina, tomó un cuchillo y se dirigió en silencio a la habitación de su madre en el nivel 3 y la atacó causándole una herida mortal.
“Bajó de su habitación y entró al cuarto donde estaba Marleny, descargó y descargó con tanta fuerza, con una sola puñalada que le llegó hasta la columna y acabó con la vida de su señora madre", dijo Mario Andrés Burgos, fiscal del caso, en la audiencia del 17 de enero de 2022.
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Luego, con el mismo cuchillo, Yohnier Leal baja al segundo nivel y se dirige a la habitación de Mauricio Leal, quien también estaba dormido, y le propinó la primera puñalada.
“Con el mismo cuchillo que atacaste a tu señora madre, atacas a tu hermano Mauricio Leal Hernández, con tan mala fortuna que ese cuchillo se quedó incrustado, la hoja, en el cuerpo de Mauricio Leal”, señaló el fiscal.
Cuando el cuchillo se parte, Yhonier leal fue de nuevo a la cocina, tomó otro y volvió a la habitación de su hermano.
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“¿Cómo así que una persona que se clavó un cuchillo va a hacer un recorrido tan largo? Es algo ilógico, solo cabe en la mente del señor Yhonier Leal Hernández”, anotó Burgos.
Con la nueva arma, Yhonier Leal le propina puntazos para obligar su hermano a tomar ocho pastillas de zopiclona y a escribir la nota donde se lee que pide perdón y deja su herencia a su hermano y sobrinos.
Después de eso, Yhonier Leal lo apuñala hasta causarle la muerte. Posteriormente, regresa al cuarto de su madre, la envuelve en una manta y la baja a la habitación de Mauricio Leal, donde acomoda los cuerpos y la escena para que parezca un suicidio.
Puso las manos de Mauricio sobre el cuchillo para intentar mostrar que él mismo se había infligido las heridas.
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“Con mala fortuna, entre las escaleras queda una gota de sangre de Marleny Hernández Tabares”, indicó el fiscal.
Luego, Yhonier Leal se dedicó a tratar de borrar las huellas del homicidio. Utilizó un trapero para lavar pisos y, con jabón, limpió cada rincón de la casa, tratando de borrar cualquier rastro de sangre, cambió sábanas y fundas de almohadas, todo, con guantes para no dejar huellas.
Yhonier incluso tuvo tiempo para manipular los celulares de su hermano y de su madre y envió mensajes y audios para tratar de desviar el caso.
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En la mañana del lunes 22 de noviembre, hacia las 11:19, como si nada hubiese ocurrido, Yhonier Rodolfo Leal Hernández salió a trabajar pensando en ejecutar la segunda parte de su macabro plan criminal, que no pudo concretar.
Al final,