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Bogotá no tiene mar, pero sí la peligrosa ‘avenida de las olas’

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La calle 134 en Bogotá fue bautizada por los conductores como la ‘avenida de las olas’, todo por cuenta de sus peligrosas ondulaciones. A esto se le suma la fractura del pavimento y los profundos huecos que aparecen en la vía considerada una de las más riesgosas de la capital.
La última gran intervención que se le hizo en la vía fue a finales de la década de los 90. Desde entonces, el IDU ha venido reparchando, pero ahora son los espontáneos los que tapan los huecos en esta zona del norte de Bogotá.
Uno de ellos es Albeiro Cárdenas. “Se han tapado unos cuarenta huecos más o menos. Hay unos de 20 centímetros y otros de un metro con cincuenta”, cuenta el espontáneo tapahuecos.
Pero el hundimiento de la calle 134 es más grave de lo imaginable. Para reparar esta vía, según el IDU, hay que resolver varios temas en una vasta zona de Cedritos.
Lo primero es intervenir la red de alcantarillado de esa zona, que está obsoleta y que ha generado problemas de hundimiento.
En segundo lugar, es necesario determinar qué se va hacer con los arboles de la zona, que no son nativos y absorben grandes cantidades de agua y provocan fracturas en la vía.
En tercer lugar, pero no menos importante, está la readecuación del canal de aguas servidas que pasa por la mitad de la calle.
El IDU anunció que tiene priorizada la vía, lo que quiere decir que va a ser intervenida a profundidad. En lo que aún no hay claridad es en el plazo de estos trabajos.
El Distrito busca 80.000 millones de pesos para poder resolver los problemas estructurales de esta zona de Cedritos y también para poder estabilizar de nuevo la calle 134. Mientras tanto, los conductores tendrán que seguir siendo extremadamente cuidadosos a la hora de manejar por esta zona del norte de Bogotá.

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