Cantantes y músicos en el Bronx de Bogotá: los talentos que la droga casi desafina

Desde artistas urbanos hasta salseros pasaron por allí y fueron testigos de un mundo despiadado que por poco les arrebata su don.  
El famoso rapero Zebra es probablemente uno de los casos más recordados, pues hizo parte del grupo La Etnnia.
Él mismo le contó a la Alcaldía de Bogotá que fumando marihuana llegó al Cartucho. Luego, entre bicha y bicha, terminó en el Bronx.
Cuando la gente lo reconocía, relató, le decían: “¡Uy! Pero estás llevado del diablo”.
Como él, muchos otros que dedicaban su vida a la música terminaron en la infernal L.
Si no, que lo diga el maestro Édgar Espinoza Hurtado, quien pasó por Niche, pero también sucumbió ante el vicio. Fumó desde marihuana hasta bazuco.
Un video donde se le ve tocando el piano en las calles de Bogotá, por una reja de la Universidad Distrital, se hizo viral hace años. Para muchos es memorable. 

Ya se recuperó y ahora canta para una cadena de restaurantes. Sus habilidades artísticas están intactas.
Pero también están quienes nacieron con un talento y por poco lo desperdician en medio de ese infierno.
Ejemplo de ellos es Javier Pertuz o Jeypert, como muchos lo conocen. Llegó al cartucho a los 5 años, siempre tuvo “el don de cantar”, pero malas decisiones lo llevaron a estar rodeado de delincuentes y droga.
“Lo más duro es ver cómo matan a una persona”, le contó a Los Informantes en un programa.
En ese mismo espacio reconoció que el bazuco lo hundió, que aguantó duras golpizas y tuvo que hacerse fuerte, pues intentaron violarlo.
Pero un día, gracias a una nota periodística, conoció al reportero Hans Sarmiento y él fue clave para salir de ese sórdido mundo.
Ahora Jeypert solo piensa en ganarse un Grammy y demostrar que sí se puede. Y es que se puede tanto que sus canciones acumulan miles de reproducciones en YouTube.

Esas notas tristes que sonaron en sus vidas, ahora son solo cicatrices.
Varios de quienes estuvieron en el Bronx coinciden en decir que, en medio de ese infierno, muchos tenían las aptitudes para haber tenido vidas diferentes.
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