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Como un “fracaso ambiental” califican nueva flota de buses de Transmilenio

María Consuelo Araujo, gerente de TM, defiende la llegada de los vehículos, 40% de ellos a gas y 60% diésel.

Ante las críticas que ha generado la discusión sobre tecnologías limpias, Araujo señaló que en solo un patio de la licitación se presentó una propuesta eléctrica y esta fue derrotada por la tecnología de gas.

“Eso quiere decir que las reglas de juego estaban claras y que efectivamente se dio competencia para garantizar transparencia”, sostiene Consuelo Araujo.

Según Rolando González, concejal de Cambio Radical, “esta propuesta de los buses eléctricos fue derrotada por una sencilla razón y es que no cumplieron con los parámetros establecidos en su momento”.

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Además, la gerente de Transmilenio asegura que “con nuestra nueva flota, este nivel de emisiones del 1,8% se va a reducir al 0,3%” y “lo más contaminante para Bogotá era seguir con los buses viejos, era no haber renovado la flota y, de hecho, administraciones pasadas lo que hicieron fue extender los contratos y seguir con buses viejos, los buses viejos son los que más contaminan”.

Y al referirse al diésel argumenta: “Es importante recordar que la entidad que fija el nivel de emisiones en nuestro país es el Ministerio de Ambiente y la norma que se fijó en ese momento, en el año 2013, fue que los niveles de emisión fueran de Euro 4. El piso de nuestra licitación fue Euro 5 con filtro, con lo cual fue muy superior a lo que establece la norma nacional”.

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Sin embargo, para Manuel Sarmiento, concejal del Polo Democrático, “en primer lugar esta licitación resultó ser inconveniente para la ciudad porque el modelo de negocio empeoró para Bogotá y los usuarios y mejoró para los operados privados. En segundo lugar, por el fracaso ambiental”.

Afirma que el negocio se concentró ahora en tres compañías y que “el sistema va a ser más costoso y no tienen plata para financiarlo”.

Añade que la posición de la gerente de Transmilenio sobre el diésel es “un argumento mediocre porque ella dice ‘lo que vamos a tener ahora es Euro 5 que es mejor que Euro 2’, uno dice perfecto, pero resulta que Euro 5 ya está prohibido en Europa, no por capricho de los europeos, sino porque tiene un alto nivel de contaminación que es cancerígeno”.

El concejal Sarmiento recalca también que existe un conflicto de intereses porque “el 60% de esa flota altamente contaminante es de buses marca Volvo y resulta que Volvo financió la organización que le pagó 468.000 dólares al alcalde Peñalosa por vender buses por todo el mundo”.

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Finalmente, Edder Velandia, ingeniero de la Universidad de la Salle, estima que, aunque la ciudad va a tener una mejor tecnología de buses, “sacamos una calificación de 3,5 sobre 5,0 cuando podríamos ser una ciudad líder en el mundo”.

Cree que las próximas licitaciones deberían solo ser con propuestas a gas y eléctricas.

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En contexto:

Nueva flota de Transmilenio contará con 1.133 buses: más de la mitad funcionará con diésel Bogotá, la ciudad en la que los malos aires crearon un tapón de esmog en su cielo

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