Con un aspecto físico totalmente diferente, Miguel Camilo Parra escuchó la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento por la agresión que le propinó el 16 de octubre a Ángela del Pilar Ferro, que sufrió siete lesiones por hacha.
Esa noche, detalló la fiscal del caso, la pareja “se encontraba ingiriendo algunas bebidas embriagantes y dialogando acerca de los últimos aspectos por finiquitar de la relación sentimental”.
Según el ente judicial, los constantes celos, amistades controladas y algunas agresiones leves habrían llevado a Ángela a terminar con Miguel Camilo y estaría próxima a mudarse a una nueva casa con su hijo.
Al parecer, eso provocó que el sujeto tomara “un hacha de las que coleccionaba y agredió con este elemento a Ángela del Pilar Ferro Gaitán en diferentes partes del cuerpo”, reveló la fiscal.
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“Cuando el hijo de aquella escuchó los gritos y salió de la habitación para saber qué estaba pasando, usted lo abordó con el hacha en la mano y le dijo al niño que no pasaba nada y lo encerró nuevamente”, agregó.
Sin embargo, el niño logró salir y “allí vio a su progenitora completamente ensangrentada e inconsciente mientras usted lo amenazaba diciéndole que si le contaba a alguien también lo lesionaría con ese mismo elemento”, relató la fiscal.
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El ente acusador señaló que la intensión de Miguel Camilo era quitarte la vida a Ángela.
“Fue tan fuerte esta agresión, que en efecto le causó fracturas y una hemorragia epidural. El hecho muerte no se consumó porque la Policía llegó a esta residencia”, sostuvo la funcionaria.
El señalado agresor no aceptó el delito de feminicidio agravado en calidad de tentativa.
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