Oliver Taylor Hawkins fue encontrado muerto en una habitación del hotel Casa Medina, en Bogotá. Esa noche, desde el Festival Estéreo Picnic, prendieron velas en su honor, mientras que a las afueras del hotel se congregaban los fans de día y noche, impactados por su partida.
En la prueba toxicológica en orina practicada al cuerpo de Taylor Hawkins se encontraron preliminarmente 10 tipos de sustancias, entre ellas THC (marihuana), antidepresivos tricíclicos, benzodiacepinas y opioides. Aunque aún no se precisan las causas de su muerte, muchos seguidores del artista no están de acuerdo con la información que dieron a conocer las autoridades.
Tras el informe, otros seguidores recordaron que, en 2001, el baterista estuvo en coma durante dos semanas luego de sufrir una sobredosis de heroína. Taylor Hawkins saltó a la fama en 1995 gracias a su gran habilidad con las baquetas y, en 1997, ingresó a la banda Foo Fighters.
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La partida del baterista deja un gran vacío en la comunidad rockera mundial, que hoy lo recuerda por su calidez humana, su sonrisa y su virtuoso talento.
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