Seis ataques en menos de una semana en los que las víctimas fueron asesinadas con armas de fuego abren varios interrogantes sobre qué está pasando con la utilización de este tipo de artefactos en Bogotá. Uno de ellos es si se fracasó en la política de control de armas en la capital.
Para expertos el tema no es de poca monta: por un lado están los casos de sicariato, por otro los ajustes de cuentas y también los hurtos.
Y es que no han sido días fáciles para Bogotá, por cuenta de los recientes y recurrentes hechos de violencia a plena luz del día y ante la mirada de decenas de ciudadanos.
La pregunta es, ¿qué está pasando?
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Según el Centro de Pensamiento Futuros Urbanos, el uso de armas de fuego se incrementó en Bogotá.
Para el caso de los homicidios, su utilización creció un 14% en los últimos 3 años; seis de cada diez homicidios se cometen con armas de fuego.
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Hemos fracasado en la política de porte y control de armas en Bogotá”.
En materia de hurto a personas, el 13% de los casos se comete con armas de fuego.
Esa modalidad, con pistola en mano, en hurto de celulares se incrementó un 65%.
“Los ladrones están migrando de las armas cortopunzantes a las armas de fuego, que intimidan y también ponen en riesgo las vidas de las personas”, indicó Oróstegui.
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Para expertos, el tema pasa por el mercado ilegal de las armas, de fácil consecución en sectores de la ciudad donde se encuentra desde una pistola hasta una de largo alcance.
“Ha venido creciendo el mercado ilegal de armas de fuego, haciendo más fácil el acceso irregular a este tipo de armamento por parte de la delincuencia y, por ende, más frecuente la ocurrencia de tiroteos, como hemos visto”, explicó Andrés Macías Tolosa, investigador del Universidad Externado de Colombia.
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Este año se han incautado en Bogotá 200 armas de fuego.
“Desde luego hay una incidencia que tiene que ver con armas de fuego y la utilización, pasa de 52 a 59 (casos) pero la incidencia en cada uno de los delitos ha sido menor en la medida que los delitos han bajado, tanto el homicidio como los hurtos”, dijo Hugo Acero, secretario de Seguridad de la capital.
El transporte público también se ha convertido en blanco: en el SITP, los hurtos con arma de fuego crecieron un 215% en los últimos 3 años.
En Bogotá se implementaron puestos de control con Policía y Ejército para hacer mayor control al porte de armas.
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Los expertos también aseguran que hay bandas que contratan, alquilan o compran armas en el centro de la capital.
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