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Crecen advertencias sobre posible vandalismo durante manifestaciones del 20 de julio en Bogotá

Algunos sectores señalan que se debe garantizar la protesta sin estigmatizar y otros expresan preocupación por alteraciones al orden público.

Mientras avanza el plan para garantizar el orden público el 20 de julio en Bogotá, que incluye la instalación de un puesto de mando unificado, crecen las advertencias por posibles disturbios, que, según el Gobierno nacional, pondrían en riesgo la seguridad de la capital.

Ante la inminente llegada de grupos de manifestantes de distintas regiones de Colombia a Bogotá, la Personería Distrital hizo un llamado a las autoridades a ejercer control, pero sin caer en la estigmatización.

Es un compromiso de las autoridades, entrar a separar estos dos escenarios en la búsqueda de una paz y en búsqueda de escucha empática y un diálogo para construir”, afirmó Julián Pinilla, personero de Bogotá.

Nuevamente, el debate en torno al derecho a la protesta se encendió. Sectores de la oposición dicen que existe una campaña en contra de la jornada programada para el martes 20 de julio, día en el que se celebra la Independencia de Colombia.

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Pedimos parar la campaña de estigmatización que hay en contra del derecho a la protesta, le pedimos al Gobierno nacional, a las administraciones locales y a la Policía, que brinden todas las garantías”, dijo María José Pizarro, representante a la Cámara por la Lista de la Decencia.

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Mientras tanto, sectores afines al Gobierno rechazan este apoyo a los manifestantes, luego de reiterados actos vandálicos registrados en varias ciudades durante el paro nacional.

No es otra cosa que la demostración del desafío frente a una conducta claramente de concierto para delinquir. Pero como la izquierda en Colombia, y en el mundo es inmune e impune, ¿será que nos quedaremos esperando a que los judicialicen?”, señaló María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático.

En Bogotá, de cara a la jornada del 20 de julio, se instalaron 11 puestos de control para verificar que las personas que ingresan a la ciudad no porten explosivos, armas y otros elementos que atenten contra la seguridad de la capital de la República.

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