Este lunes en la noche ocurrió un nuevo intento de robo en un bus del SITP. Según las autoridades, un pasajero desarmó al señalado delincuente y con su misma arma lo asesinó.
Mientras se aclara la situación y el sujeto se presenta ante las autoridades, se reavivó el debate por la inseguridad en el medio de transporte público de los bogotanos.
Para Vidal Rubiano, un usuario frecuente, “en los SITP están atracando muy seguido, entonces a uno le da temor subir a los buses”.
La zozobra también viene por parte de conductores, quienes consideran que “nos falta mucha presencia de Policía”.
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Algunos pasajeros dicen que, ante la falta de seguridad, se encomiendan en su fe cuando abordan el servicio público de transporte.
Una usuaria dijo que cada que se sube lo que hace es “echarme la bendición”. Otra afirma que “ando con Dios y a mí nada me pasa”.
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Independiente de que haya o no una fuerza divina que cuide desde el cielo, en la tierra son las autoridades las que deben velar porque no se presenten estos casos. Hugo Acero, secretario de Seguridad de Bogotá, dijo que han trabajado para que así sea.
“En relación a los buses alimentadores, desde finales del año pasado la Policía asignó responsabilidades a oficiales con rango de mayor y coronel para prestar la seguridad, no solamente de paraderos, sino también de recorridos importantes de este sistema zonal de transporte”, añadió.
Según esa Secretaría, el 2020 cerró con 3.299 hurtos a personas, 2.561 celulares robados y 12 lesiones personales en el sistema Transmilenio.
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