“Tenemos que estar conscientes de la gravedad del momento por el que estamos atravesando. Estamos aproximándonos al tercer pico, lo veníamos esperando desde hace varias semanas y en este momento es muy difícil predecir cuál va a ser la gravedad, cuánto va a durar, cuántas personas van a resultar afectadas”, indicó Óscar Eduardo Gómez, epidemiólogo de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Para la alcaldesa Claudia López, urge que a la capital lleguen nuevas vacunas para acelerar el proceso de inmunización.
“La verdad, prefiero hoy tener a la gente en fila de vacunación que en tres o cuatro semanas en fila de cuidado intensivo”, aseguró López.
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De 66 clínicas, hospitales e IPS en la ciudad que tienen el servicio UCI para COVID-19, la mitad prácticamente no tienen margen de maniobra; y de ellas, 16 simplemente ya no pueden recibir pacientes.
“Cada vez tenemos menos respuestas, menos capacidad para poder responder a las contingencias que genera la enfermedad”, dice Carlos Neira, magíster en Salud Pública de la Universidad Manuela Beltrán.
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Aunque todos los días el Distrito habilita nuevas camas, el norte, occidente y parte del sur de Bogotá tienen una ocupación muy alta de camas UCI, lo que hace que el sistema de salud en esas zonas pueda entrar en colapso.
“Es claro que en Medellín ya se saturó y en Bogotá la curva es ascendente y preocupante”, agregó Diego Rosselli, epidemiólogo de la Universidad Javeriana de Bogotá.
En el reporte de este miércoles, nuevamente Bogotá superó la barrera de los dos mil contagios.
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