Las aglomeraciones en San Victorino, al parecer, continuarán en diciembre luego de que un juez fallara en contra de once tutelas presentadas por comerciantes formales.
El togado consideró que la Alcaldía de Bogotá ha implementado una política de espacio público instalando un puesto de mando unificado y ha agotado instancias para generar conciencia entre comerciantes y visitantes sobre los riesgos del COVID-19.
Vendedores informales como Karina Hakanamijoi celebraron la decisión, ya que reiteran que “no tenemos un trabajo estable y todos tenemos hijos y todos tenemos que darle de comer a nuestros hijos”.
“¿Qué pasa con los formales? No puede uno arrendar adentro porque cobran dos o tres millones y de dónde va a sacar uno esa plata”, sostiene por su parte Jorge Cardona, que también labora en la calle.
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Sin embargo, Gloria Benítez, que tiene un local en San Victorino, reconoce que “todos necesitamos, pero hay más afluencia de gente formal que gente informal y los formales pagamos impuestos, arriendos, empleados”.
Por otro lado, los comerciantes formales emitieron un comunicado manifestando que no fueron todos los que interpusieron las tutelas y que esperan tener un comercio en paz en Navidad.
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