En San Victorino sigue aumentado la multitud de irresponsables que, a pesar de las campañas para prevenir el COVID-19, se agolpan para las compras de Navidad y Año Nuevo.
La situación en la calle décima con carrera 11, en pleno centro de Bogotá, es tan delicada que un grupo de empleados de un centro comercial trata de desinfectar a vendedores informales y compradores con aspersores.
Con sus máquinas fumigadoras recorren varias cuadras lanzando un químico al aire y a las personas para tratar de mitigar, de alguna manera, el contagio del coronavirus en medio de una aglomeración que reúne a entre 5 mil y 10 mil personas a diario.
Dairo Giraldo, alcalde local de Santa Fe, afirma que con “cerca de 150 funcionarios entre Policía Nacional, gestores del espacio público de diferentes entidades, de la alcaldía local, estamos trabajando de todas maneras en las actividades de sensibilización para que las personas tengan las medidas de autocuidado necesarias”.
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Yansen Estupiñán, coordinador de un centro comercial, sostiene que con más de 500 personas intentan controlar la preocupante situación “hablándole a la gente, haciendo campañas de concientización del uso de tapabocas, sobre todo”.
En unas semanas se sabrá si estas aglomeraciones por las compras navideñas incrementaron peligrosamente los casos de coronavirus en la capital colombiana.
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