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Nueve de cada diez delincuentes venezolanos capturados en Bogotá quedan libres

La denuncia es hecha por el concejal Óscar Ramírez, quien asegura que las autoridades no tienen las herramientas para ejercer justicia. Eso sí, la mayoría de migrantes viene a trabajar honestamente.

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El concejal de Bogotá por el Centro Democrático Óscar Ramírez denuncia que la participación de delincuentes provenientes de Venezuela está creciendo, porque “las bandas saben que no los van a capturar”. Y aquellos que sí son detenidos, quedan libres, pues al no ser plenamente identificados no se les puede imponer medidas judiciales.

Según el cabildante, “el 15% de los delitos que se cometen en Bogotá son ejecutados por delincuentes de Venezuela”, pero el problema real es que “no los judicializan, no van a la cárcel y reinciden”.

“Hay un patrón de comportamiento de las bandas criminales para instrumentar venezolanos sabiendo que van a quedar en libertad”, recalca.

Para Ramírez, “las bandas saben que utilizar delincuentes de Venezuela les rinde más porque no los van a capturar” y esto sucede por la siguiente razón:

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En el Estado colombiano, un Estado de Derecho, tenemos que garantizar -si es un delito penal, como hurto, homicidio o tráfico de estupefacientes- tener plena identidad del capturado. No podemos identificar a los venezolanos y la Fiscalía solo cuenta con 36 horas para definir la situación de un capturado

Así las cosas, deben darles libertad si no cuentan con la identificación del capturado. “Muchos jueces, a pesar de ser reincidentes, los tienen que dejar en libertad”, por esta misma razón, dice el concejal.

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En lo corrido del año, 1.834 delincuentes venezolanos han sido capturados en Bogotá, un promedio de 12 al día. Como se mencionó anteriormente, el 90% queda en libertad.

Para el concejal y su bancada urge que estas personas no queden fuera de las cárceles del país, pues se convierten en instrumentos de las bandas colombianas que saben que no les va a pasar nada. Y no menos importante, dañan la imagen de la mayoría de los venezolanos que llegan al país, con su permiso de trabajo, “a hacer las cosas bien”.

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