“Nunca habíamos visto tantos muertos en un día”: médico de una UCI en Bogotá

La realidad dentro de una unidad de cuidado intensivosupera lo que muchos podrían imaginar. Es mucho más que el espacio físico donde la vida cobra su mayor valor.

El sonido de las máquinas aturde en medio de tanto silencio, sobre todo cuando la vida pende de un hilo.

Es un espacio que confronta, que estremece, que da cuenta de lo frágiles y lo vulnerables que en realidad somos.

En una unidad de cuidado intensivo (UCI) todos los días se ganan y se pierden batallas.

“Nunca habíamos visto tantas personas muertas en un día, en una semana, en un mes, y eso afecta demasiado porque piensa uno que, probablemente, la gente va a ser igual de consciente a uno. Una pantalla (de celular) se convierte en el hilo invisible entre la familias que aguardan por un milagro, y un paciente que lo daría todo por regresar a casa”, dice Jorge Eliécer Martínez, un médico intensivista.

Poco a poco, las UCI en Bogotá se van quedando sin oxígeno.

“A pesar de que tengamos unos valores o porcentaje de ocupación, nosotros vivimos con las unidades de cuidado intensivo a tope, llenas. Y cuando se desocupa una cama, es porque el paciente se traslada de piso, porque ya sale o porque sale de cuidado intensivo; fallece, ese también es uno de los desenlaces”, agrega el especialista.

La capital en las últimas horas llegó a las dos mil ocho camas UCI instaladas para pacientes COVID, prácticamente el límite de su expansión, según el secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez.

“Hoy por fortuna hemos superado la meta de las dos mil que nos pusimos al haberlo logrado el día de ayer”, dijo el funcionario.

El COVID-19 ha cobrado la vida en Bogotá de 11.580 personas. Solo el día de ayer, 118 perdieron la batalla más importante, la de sus vidas. Y aún esto no termina.

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“¿Son posibles otros picos de la pandemia? Sí. ¿Son posibles en el futuro inmediato? Sí. Cuando pasemos este segundo (pico), esperamos pasarlo pasando el mes de enero, estaremos pensando en un tercero mientras no tengamos vacunas”, aseguró Gómez.

Según el funcionario, Bogotá, después de esta segunda ola de COVID-19, no volverá a una apertura total de las actividades en la ciudad. No al menos hasta que llegue la vacuna.

Mientras eso pasa, cada vez que salga a la calle y olvide usar el tapabocas, o viole otras medidas de bioseguridad, recuerde que usted o sus seres queridos pueden terminar siendo los protagonistas de esta dolorosa realidad.