Padre de Cristian David Castillo insiste en que este no era vándalo ni de primera línea

Aferrado al salmo 93 de la Biblia, Edward Castillo encuentra la fuerza para despedir a su hijo Cristian David Castillo, quien falleció el pasado martes 22 de junio, presuntamente en medio de una intervención del Esmad.

"Un joven de 26 años, de casa, vivía con nosotros. En sus ratos libres se dedicaba a arreglar computadores en su habitación. Por su número de cédula puede buscar un expediente de que no era una persona de mal, somos personas de familia digna", dice Edward Castillo.

Insiste que su hijo no era vándalo ni tampoco era miembro de la primera línea. Lo describe como un joven dedicado a su familia, que trabajaba por un futuro mejor y con más oportunidades.

“Le pido por favor a la alcaldesa mayor de Bogotá, a la señora Claudia López, que es un gran ser humano, que por favor me colabore a establecer los hechos de mi hijo porque no solo los violentos están en los grupos armados, también en las fuerzas policiales", dice el atribulado padre.

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También pide que la muerte de su hijo sea la última en medio de las protestas.

"La Fiscalía está investigando y que fue supuestamente fue un miembro del Esmad que cometió el vil asesinato. Y ojalá mi hijo sea el último que caiga en estas manifestaciones", puntualizó.

Además del caso de Cristian Castillo, el Distrito y la Policía enviaron información a la Fiscalía de dos jóvenes más que fallecieron en el marco de las protestas y, al parecer, por intervenciones de la fuerza pública: Daniel Alejandro Zapata y Jaime Alonso Fandiño.

"Los dispositivos de Policía que se encontraban en los lugares que, por favor, destinaran todos los requerimientos de la Fiscalía a brindar testimonio, a reconstruir los hechos. De igual manera hemos aportado todos los videos de la zona", señaló Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de Bogotá.

Gómez reiteró cuáles son los protocolos que deben cumplir los uniformados en el marco de las protestas.

"Esos protocolos establecen que bajo ninguna circunstancia un armamento como gas lacrimógeno o aturdidoras se pueden disparar al cuerpo de las personas y mucho menos a la cabeza…y mucho menos en cortas distancias", indicó.

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Sin embargo, en un reciente trino señalaron que actúan bajo estrictos protocolos y que cuando se presentan hechos de violencia son los primeros en investigar y pedir intervención de la Fiscalía y la Procuraduría.