Los niños siguen siendo víctimas de balas perdidas en Cali. La menor Valerie Quiñonez, de 10 años, murió tras ser alcanzada por una bala perdida en el pecho, durante un enfrentamiento entre dos pandillas juveniles en el barrio Desepaz, oriente de la ciudad.
"Se puso a jugar en la esquina maquinitas, cuando llegaron los malhechores a disparar a diestra y siniestra, y prácticamente la que llevó el bulto fue mi nieta", dijo Lorena Quiñonez, abuela de la niña fallecida.
La pequeña fue llevada hasta el hospital Carlos Holmes, donde los galenos reportaron su deceso. "Herida de arma de fuego en región toracoabdominal izquierdo con trayecto probablemente con compromiso pulmonar y cardíaco. Ingresa sin signos vitales", explicó Michael Belalcázar, médico de urgencias del centro asistencial.
En medio del dolor, una tía relató que Valerie había salido del colegio y había llegado hasta el lugar a visitar a la madrina. "Se le dijo que no fuera para allá, porque nosotros sabíamos que el barrio estaba en problemas, caliente. Uno esperándola a que llegara del colegio y nunca llegó, hasta que nos llamaron y nos dieron la mala noticia", relató Tatiana Quiñonez.
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A este caso se suma el hecho ocurrido en el barrio El Retiro, donde otra menor de 11 años resultó herida en una pierna al quedar en medio de una confrontación entre pandillas cuando caminaba con su madre.
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