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¿Sin mérito? Contralor de Bogotá ocupó el penúltimo puesto en prueba pero aun así Concejo lo eligió

¿Sin mérito? Contralor de Bogotá ocupó el penúltimo puesto en prueba pero aun así Concejo lo eligió

Juan Carlos Granados tuvo diez en su intervención en el cabildo, mientras que otros candidatos con excelentes hojas de vida obtuvieron notas irrisorias.

Hoja de vida y méritos académicos no les faltan a estas dos mujeres:

"Tengo una especialización en Derecho Administrativo, otra en Derecho Contencioso Administrativo, académicamente también he participado en estudios en sectores en los que me he desempeñado como funcionaria”, dice Dunia Soad De la Vega.

"Duré 25 años trabajé en el estado y tengo una especialidad en Responsabilidad Fiscal; he escrito varios libros de responsabilidad fiscal, fui contralora delegada en juicios de responsabilidad y jurisdicción coactiva", dice por su parte Maritza del Socorro Quintero.

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Su experiencia y preparación tuvieron un peso específico en los exámenes que, al lado de otros 41 concursantes, presentaron ante la Universidad Nacional en abril de 2016, cuando aspiraban al cargo de contralor de Bogotá.

"Mi puntaje de prueba académica fue el más alto dentro del concurso meritocrático", dice Soad De la Vega.

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Sin embargo, su suerte cambió cuando pasaron por el cedazo del Concejo de Bogotá, el elector final.

"El presidente del Concejo pidió respeto cuando yo estaba interviniendo, pues los concejales no le prestaban atención a uno (...)”, dice Maritza.

El clima hostil que encontraron allí se reflejó luego en la asignación de calificaciones.

"No pensaría yo que mi intervención, que es pública, daría para una calificación de 0,5. Habría un interés más elevado en esa calificación para hacerla así”, señaló De la Vega.

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“Por ejemplo, hay un concejal muy particular que me colocó 1. ¿Qué hice o qué dije para que me calificaran así?”, dice Quintero.

La suerte de la mayor parte de sus compañeros, que no tenían ascendiente alguno sobre el Concejo, no fue distinta y contrastó dramáticamente con la del elegido: el actual contralor Juan Carlos Granados.

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"Hay un personaje, un doctor Julio César Cárdenas, que tuvo un puntaje muy alto, sobre todo en el punto del conocimiento de órganos de control y a él también le calificaron 2,4. Y cuando vino la calificación del actual contralor casi todos les calificaron 10 sobre 10”, señala Maritza.

En la prueba de la Universidad Nacional, Dunia De la Vega consiguió el primer puesto con un puntaje de 50, mientras que Granados ocupó el puesto 42 con 39. En el Concejo, las bancadas mayoritarias invirtieron los papeles: el quedó con 9,62 y ella fue reprobada con 5,65.

Aunque la intervención de Granados -según otros concursantes- versó sobre materias distintas al control fiscal o vigilancia en el manejo de los recursos públicos, tuvo un diez aclamado por parte de los concejales de Cambio Radical, Partido Liberal, Centro Democrático, Partido de la U, y Partido Conservador.

“Ahí se abre un espacio de componenda política donde de alguna manera el concejo se mueve dentro del escenario de acuerdos políticos de bancadas y en el Concejo no se respeta la meritocracia como está previsto dentro de la norma”, dice De la Vega.

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El asunto de la elección no es anecdótico, menos en momentos en que el contralor distrital recibe cuestionamientos por unos presuntos compromisos con Odebrecht cuando se desempeñó como gobernador de Boyacá y por la posible existencia de una nómina paralela hecha a expensas de sus acuerdos con el Concejo.

Cuando Noticias Caracol lo buscó para conocer su posición, el funcionario adujo quebrantos de salud, pero dijo que pronto dará las explicaciones necesarias ante la opinión. Mientras tanto, hablamos con el hombre que lo vigila y fiscaliza, el auditor de Bogotá...

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"La Contraloría viene en un incremento en el número de contratistas. Venimos del año 2014 de 31 contratistas, a 51 contratistas el año 2015 y en la vigencia que auditamos, que es el 2016, ya llegamos a 158 contratistas”, dice Fredy Céspedes Villa.

El debate resulta coyuntural en momentos en que el contralor general, Edgardo Maya, propone una reforma para integrar en un solo ente de carácter nacional el control fiscal.

“La sociedad colombiana se está gastando 800.000 millones de pesos en casi 8.000 funcionarios que integramos la Contraloría General de la República y las territoriales y exige resultados, pero exige resultados pronto”, dijo Maya.

En próximos informes Noticias Caracol le tomó el pulso a lo que ocurre en la Contraloría de Antioquia y otras regiones.

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