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Pelé y el Chato Velásquez: el día que el árbitro expulsó al rey del fútbol en El Campín

Guillermo Velásquez, mejor conocido como el Chato y uno de los réferis más populares que ha tenido Colombia, pasó a la historia tras convertirse en el primero que echó a Pelé de un partido.

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En un hecho anecdótico,Pelé jugó un partido de exhibición en el estadio El Campín de Bogotá y el árbitro central del compromiso decidió expulsarlo.

Guillermo Velásquez, mejor conocido como el Chato, fue uno de los árbitros más populares del futbol colombiano. Estuvo en el Mundial de México 1970, participó en 4 Juegos Olímpicos y pitó 14 Copas América.

Gracias a su trayectoria deportiva, el Chato fue designado para pitar el juego amistoso entre Colombia y Brasil el 17 de julio de 1968 en El Campín. El pereirano pasó a la historia por ser el único árbitro que expulsó a Pelé.

¿Cómo fue la expulsión de Pelé?

Todo inició con un gol del Santos de Brasil, minutos después, Colombia logró empatar el juego con una acción fuera de lugar que el equipo contrario reclamó. El Chato Velásquez validó el gol, lo que provocó una gran tensión en el partido.

Después, en el minuto 42 del primer tiempo, Pelé enganchó dentro del área y fue derribado, El Chato le pidió que se levantara y el brasileño le respondió “Filho da put@”, que en español es “hijo de put@”. El árbitro de inmediato lo expulsó.

El Chato Velásquez recordó que en ese partido lo golpearon varias personas, excepto Pelé. “La lesión grave fue que le pegué una patada al masajista de ellos, que pesaba 130 kilos y se me desgonzó el tobillo”, dijo entre risas.

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El Chato Velásquez aseguró que nadie lo defendió, ni los jueces de línea ni los jugadores de la selección Colombia ni la autoridad pública.

Mencionó: “El servicio de Policía que estaba ahí no me protegió. Hubo un momento en el que yo iba a pelear y me agarraron a mí”. Velásquez salió del campo brutalmente golpeado, de tal manera que no pudo continuar como árbitro, aunque tergiversaron la verdad, según él.

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“Lo doloroso de todo es que dicen que a mí me cambiaron. Yo creo que el cambio es una cosa y sustitución es otra. A mí me sustituyeron porque yo no podía seguir”, agregó.

Lo más curioso de todo es que, en ese juego, al Chato Velásquez lo acompañó su mamá, que nunca había asistido a un partido y fue convencida por su hijo.

Al final, algunos jugadores del Santos de Brasil terminaron en la comisaría, demandados por el árbitro.

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