A permanente monitoreo está sometida la Reserva de Manglar de Cartagena, que alberga a una bandada de flamencos. La idea es brindarles a esas aves seguridad y que la ciudad se beneficie del turismo de observación de esa especie.
Cabe destacar que los flamencos son aves migratorias. Su permanencia en la reserva depende del alimento, la seguridad y tranquilidad que encuentren a su paso.
Precisamente, la elegancia de esos especímenes y su cautivador espectáculo de colores se convirtieron en atractivos para el ecoturismo.
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“Es primera vez que se hacen avistamientos de estos ejemplares acá, entonces creo que es muy importante dejarlos en su hábitat. Los animales son muy llamativos y lindos, pero dejémoslos en su hábitat”, aseguró Óscar Barrios, biólogo.
Para evitar perturbar a esa exótica especie se creó una red de protección que restringe el acceso de personas a los islotes del manglar.
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A los visitantes se les permitió una aproximación determinada y un tiempo limitado para disfrutar de ese espectáculo natural.
“Aquí principalmente se lleva a cabo la visita de flamencos rosados, los cuales nos maravillan con sus colores y esplendor. Te invitamos a protegerlos”, comentó Angelo Bacci, director de la Corporación Autónoma del Canal del Dique.
La cercanía a los flamencos está reservada para las autoridades ecológicas y pescadores artesanales, que deben guardar silencio y una moderada quietud.
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