Los delincuentes que se movilizaban en moto y que lanzaron una granada contra un establecimiento comercial repleto de compradores en Barranquilla se convirtieron en uno de los principales objetivos de la Policía en el Atlántico el pasado mes de enero.
Este ataque, ejecutado al parecer porque el dueño del establecimiento se negó a pagar una extorsión, no solo sembró el pánico entre los habitantes de la capital del Atlántico, también permitió a los investigadores del Gaula de la Policía identificar a los jefes de la banda, quienes incluso enviaban, a través de redes sociales, las instrucciones a sus explosivistas para ejecutar sus crímenes.
Con las instrucciones, los señalados criminales salían a las calles a buscar a los comerciantes de varios municipios del Atlántico y Antioquia para cobrar las extorsiones.
Los que no pagaban eran atacados con granadas o con tiros, que dejaban heridas en piernas y brazos a las víctimas para, según los criminales, darles la oportunidad a las víctimas de conseguir el dinero exigido y pagarles las exigencias económicas a cambio de no acabar con sus negocios o las vidas de los extorsionados.
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Algunos de esos atentados quedaron en video.
Con más de 100 denuncias durante la investigación de casi tres meses, el Gaula de la Policía lanzó el operativo y capturó 17 personas, entre ellos 10 venezolanos.
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