Un celador del cementerio de Santo Tomás, en Atlántico, protagonizó una
Dos trabajadores del camposanto y una mujer que visitaba las tumbas de su esposo e hijo fueron las víctimas del guardia.
La mujer, identificada por el medio
El celador del cementerio pudo ser ubicado y llegó al sitio molesto, con una botella de cerveza en la mano.
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Incluso les dijo a los tres atrapados que “llamaran al que quisieran” para poder salir de ahí.
Después de unos minutos, accedió a abrir las puertas del cementerio para que las personas encerradas pudieran regresar a sus casas.