Diariamente están llegando entre 25 y 30 cuerpos de fallecidos a parques, cementerios y funerarias de Barranquilla, por lo que la Alcaldía de la capital del Atlántico anunció medidas de contingencia por el posible colapso en estos espacios.
“Instalamos un cuarto frío en las instalaciones de ese cementerio para que, en caso de ser necesario, poder disponer los cuerpos de una manera digna y preservarlos adecuadamente”, afirmó Santiago Vásquez, secretario de Gestión Social de Barranquilla.
También se han tomado acciones como la extensión del horario en los servicios de cremación y velación los siete días de la semana, durante las 24 horas.
En Quibdó, el cementerio está en alerta roja, situación ante la cual la diócesis de la capital del Chocó inició la construcción de 200 nuevas bóvedas.
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En un informe, la diócesis destacó que en el año 2019 se realizaron 40 exhumaciones, pero, entre enero y mayo de este año, el número era de 50. Mientras que en la primera quincena de junio de 2020 sobrepasaban los 70 sepelios.
Las autoridades de Leticia, donde también es evidente una crisis por espacio para fallecidos de COVID-19, han tenido que construir nuevas bóvedas y a realizar exhumaciones en el único cementerio del municipio, con el fin de generar espacios debido a la sobreocupación del terreno.
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