Desde desinfectante hasta televisor: taxista en Valledupar se reinventa en pandemia

En Valledupar circulan unos 2.700 taxis, pero uno resalta por su comodidad y medidas de bioseguridad ante el coronavirus: el de Víctor Manuel Ramírez Jiménez.

Decidió equipar su vehículo desde el día que escuchó que uno de sus pasajeros no estaba bien de salud: “el señor se colocó en la parte de atrás de la silla del conductor y el acompañante de este lado, cuando yo voy rodando, el señor empezó a toser. Pensé, yo tengo de 62 años, esto está malo, esto malo hay que solucionarlo".

Fue así como se ideó esta cabina que cuenta con panel de seguridad, alcohol, citófono, televisor, aire acondicionado, papelera, cargadores y porta celulares, entre otros elementos.

A pesar de todas las comodidades, cobra los mismos 6.000 pesos, “normal, como está estipulado”. Sin embargo, algunos le dejan generosas propinas en retribución al buen servicio.

Esta iniciativa se destaca porque en Valledupar siete taxistas han contraído el COVID-19, uno de ellos fue la primera víctima fatal en la ciudad.

“Hay gente que se sube sin tapabocas, uno les llama la atención y se molestan”, reconoce Elkin Fernández, otro trabajador del gremio.

Mientras la situación del COVID-19 pasa, Víctor seguirá en su taxi, desinfectándolo luego de cada servicio y esperando que su iniciativa sea replicada para salvaguardar vidas de pasajeros y taxistas.

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