“Está más limpia la que cae del cielo”: samarios deben esperar lluvias para abastecerse de agua

Con improvisadas canaletas, los habitantes de la capital del Magdalena recolectan el líquido de las precipitaciones para realizar las tareas domésticas.

Las lluvias se han convertido en una bendición para los samarios, quienes llevan padeciendo una sequía eterna por cuenta de las vergonzosas gestiones que han adelantado los gobernantes de la ciudad para entregarles un acueducto digno.

En las humildes viviendas de casi un centenar de barrios en Santa Marta, las familias sacan todo tipo de recipientes para almacenar el agua que cae del cielo.

"Nos sirve para los baños, para asearnos, para todos los quehaceres de la casa, entonces se aprovecha al máximo. Gracias a Dios vino la lluvia que es la única forma de ver el agua por aquí", sostuvo Juan Pacheco, un samario afectado.

Pero esta no es la única maroma que deben hacer los residentes de Santa Marta para aprovechar al máximo el agua, también se ven obligados a reutilizar el líquido.

"Nos toca reciclar esta agua porque ni modo, es lo que toca y es lo que hay. La usamos para bajar el baño y una que otras veces para bañarnos. Nos toca bañarnos con ella porque por acá el agua nunca llega", dijo Daniel Sánchez, otro afectado.

Las lluvias no solo alivian la sed de los samarios, sino también sus bolsillos, porque cuando el agua escasea, deben comprar galones que superan los 500 pesos o comprar en carrotanques cuyo valor va por encima de los 100 mil pesos.

"Con esta situación que un tanque viene costando hasta 700 pesos toca recolectar agua para las necesidades que uno tiene en su casa. Toca recibir las bendiciones de Dios con el agua", resaltó Juan José Pacheco, habitante de Santa Marta.

"La situación es difícil con el agua. Nos toca buscarla y comprarla a los carrotanques. Vale hasta 150 mil pesos el servicio", afirmó Raúl Salazar, samario afectado.