Rodolfo Ucrós, el alcalde de Soledad, Atlántico, anunció estrictas medidas para que el Halloween no pase de ser una fiesta a una tragedia en su municipio por cuenta del COVID-19.
Decretó la ley seca (restricción a la venta y consumo de licor) y el toque de queda durante el fin de semana.
Es decir, el viernes 30 y el sábado 31 de octubre, así como el domingo 1 de noviembre, entre las 8:00 p.m. y las 5:00 a.m., se restringirá la movilidad de personas en ese municipio de cerca de 450 mil habitantes.
Las medidas fueron tomadas, según el mandatario, para preservar el orden y evitar desórdenes en la comunidad.
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“La invitación, atendiendo la recomendación y sugerencia del gobierno nacional y departamental, es que no permitan que los niños salgan a la calle a pedir dulces”, dijo Ucrós.
También les pidió a centros comerciales no entregar dulces a los niños ya que el COVID-19, manifestó, sigue siendo una amenaza latente.
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“Se le impondrá un comparendo a las personas que no acaten, y los infractores serán trasladados a la UPJ”, añadió Ucrós.
Algunos soledeños rechazaron las medidas y otros las apoyaron.
“Halloween es peligroso, la gente no se cuida, hay aglomeraciones, cuando está la efervescencia y calor no nos acordamos de la pandemia”, dijo una mujer.
En ese municipio se han confirmado 14.791 casos de COVID-19 y han fallecido por la enfermedad 752 personas.
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En la capital del Atlántico también están tomando medidas. El alcalde Jaime Pumarejo suspendió las fiestas del carnaval de Barranquilla.
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