Entre las cientos de historias motivadoras y emocionantes que ha dejado el paso de Iota y Eta por San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se encuentra la de los bomberos de la isla, quienes, sin descanso, han luchado para limpiar los daños que generaron los fenómenos naturales.
Ellos llevan más de 25 días apoyando en todo tipo de labores. Ahora se encuentran talando los árboles afectados por los vientos que ahora representan un peligro para las comunidades.
“Nos hemos desprendido de nuestras familias, en casa ya me regañan porque no llego. La verdad es que estamos tratando de ayudar a todos, sin importar su nivel económico o condiciones”, puntualizó Carmelo Berrío, un joven bombero.
Sin nada a cambio, estos rescatistas trabajan para despejar las vías, retirar los árboles que tienen en riesgo a las viviendas, ayudar a los afectados, a los animalitos y llevar agua a los sectores que no cuentan con el vital líquido.
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“Hay otra tarea humanitaria que es llevarle agua potable a las personas que se quedaron sin conexión, ya que el servicio en la isla no está al 100% en la isla”, afirmó Willie Gordon, comandante del cuerpo de Bomberos de San Andrés.
El mejor pago que reciben estos héroes es la gratitud de los isleños: “no podríamos hacer nada sin ellos”, expresó Acelma Newball.
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