Con machetes, palos y arpones, pescadores de la Ciénaga Grande mataron a Julieta, joven manatí de 450 kilos que hace 7 días había sido liberada por autoridades ambientales del Magdalena, tras ser curada por veterinarios. Al parecer, la confundieron con un animal agresivo.
"Ellos expresan que confundieron este animal con un caimán, un animal agresivo y, por eso, decidieron atacarla. Hubo unas personas que se opusieron y dieron el llamado a nosotros para que fuéramos a su rescate, pero ya Julieta no estaba con vida", afirmó Ángela Dávila, médica veterinaria que atendió a Julieta.
Los biólogos de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, acompañados por la Policía, intentaron salvarle la vida a Julieta, pero las heridas profundas en sus aletas y cráneo produjeron su muerte.
"Encontramos a la manatí amarrada por el hocico, la cual le impedía respirar bien, además tenía varias cortadas de más de 15 centímetros de profundidad, realizadas con machetes, y tenía varios arponazos", dijo María Alejandra Abello, bióloga de Corpamag.
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Julieta ya había sido herida hace dos meses y, por eso, las autoridades la tuvieron bajo su cuidado desde junio pasado hasta ser liberada.
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"Ella venía de un proceso de rehabilitación bien importante. Esta es una especie que está en riesgo y nosotros la habíamos recuperado para su rehabilitación y así preservar más esta especie", indicó la doctora Dávila.
Ambientalistas rechazaron la actitud de los pescadores.
"Lo único que puedo expresar es mi repudio y señalar que estas personas que atacaron a esta especie no son pescadores, sino asesinos", afirmó el ambientalista Alejandro Arias.
Según los expertos, Julieta era una de las escasas hembras de las denominadas vacas marinas existentes en el Caribe colombiano.
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