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Pese a ser sospechoso de COVID-19, multitud fue a sepelio de ‘Pupileto’ sin cumplir medidas sanitarias

Su familia aseguró que en una segunda prueba el joven arrojó negativo para coronavirus y por eso no fue cremado. Insiste en que fue asesinado en la cárcel.

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Las exequias de Daniel José Osorno, alias ‘Pupileto’, se realizaron en el cementerio municipal Calancala, en el centro de Barranquilla, dos días después de que lo hallaran muerto en una celda en la cárcel distrital de El Bosque.

Un video que circula en redes muestra cómo varias personas asistieron a su sepelio y algunos levantaron hacia el cielo el féretro mientras avanzaba la marcha fúnebre.

Luego, otras personas, algunos curiosos y allegados, se agolparon sobre el ataúd para tomar fotos y videos del cuerpo del joven.

El sujeto de 22 años, capturado diez veces por robo y una más por fugarse de prisión, estaba aislado porque intentó nuevamente escapar de la cárcel El Bosque, donde cumplía una condena de 4 años de prisión por robo.

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Sin embargo, el Inpec informó el día que se conoció su muerte, que estaba separado de los otros reclusos porque había dado positivo por coronavirus.

Primeras hipótesis apuntaban a que el delincuente se había quitado la vida, pero su abogado denunció después que ‘Pupileto’ era víctima de tortura por su condición sexual y que había sido abusado en el penal, por lo que su familia afirma que fue asesinado.

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La hermana de Osorno reiteró la acusación al recibir el cuerpo del joven, pues afirmó que tenía la cara desfigurada.

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