El más reciente caso fue el que se presentó en una fundación que atendía a menores víctimas de abusos sexuales o en situación de calle en Valledupar y que habrían sido víctimas de todo tipo de vejámenes a manos de tres directivos de la entidad que opera un hogar de paso del ICBF.
“En el material probatorio da cuenta que los detenidos incluso, al parecer, sacaban a las niñas del hogar de paso para inducirlas mediante videos pornográficos en prácticas sexuales y sostener encuentros íntimos con diferentes personas”, dijo Francisco Barbosa, fiscal general de la Nación, el pasado 12 de noviembre.
Lo que se sabe de esta fundación es que operaba desde 2014 y, al parecer, hay registro de más niños que habrían sido víctimas de violencia física, psicológica y sexual en este centro.
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¿Pero qué clase de controles se ejercen para adjudicar estos centros del ICBF a operadores privados?
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“Desde hace un mes y medio se conformó el equipo guardián élite de la niñez para que precisamente, a través de psicólogos forenses, psicólogos clínicos, abogados, especialistas, se hicieran visitas aleatorias para garantizar que todo el talento humano que esté al lado de los niños y niñas sea el idóneo”, afirmó Lina Arbeláez, directora del ICBF.
Otro caso similar se presentó en Roldanillo, norte del Valle del Cauca, donde se ordenó la suspensión inmediata de un hogar de paso por un presunto caso de abuso de una menor de 13 años. Según el ICBF, su supuesto agresor no hace parte del instituto.
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Por ahora, se espera la decisión de una juez sobre si se envía a la cárcel a los tres directivos capturados por el caso de Valledupar.
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