Hay incertidumbre entre los familiares de 15 marinos que están al interior de un barco que permanece fondeado desde hace un mes en la bahía de Santa Marta. La mayoría de los tripulantes de la nave, que tiene bandera de Mongolia, son oriundos de Panamá.
El barco Missi Commander tenía hace un mes la misión de llevar combustible Diesel al puerto de Santa Marta. La travesía de esa nave era de escasos cinco días, pero la falta de gasolina para el regreso hizo que el periplo se extendiera.
Ahora, los tripulantes del barco no tienen alimentos y el agua potable escasea al interior del mismo.
"A cierta hora uno no puede ni dormir porque nos invaden las moscas, toca dormir con la ventana abierta porque no hay energía eléctrica para usar el ventilador. Lo que uno tiene que hacer es estar matando moscas”, indicó Javier de los Ríos, marinero del Missi Commander.
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Según el capitán de Puertos de Santa Marta, a los marineros les adeudan dos meses de trabajo, no tienen combustible para regresar a su lugar de origen y tampoco tienen permiso para tocar suelo colombiano.
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"En estos momentos, las personas no se han desembarcado porque para poder hacerlo necesitan la aprobación de Migración Colombia y la Sanidad Portuaria. Adicionalmente, no han solicitado desembarcar de la motonave. Al parecer el buque está limitado de combustible para que zarpe a su destino", contó Ibis Luna, capitán de Puertos de Santa Marta.
Las autoridades marítimas adelantan investigaciones para conocer la manera en la que se puede ayudar a esa tripulación.
"Estamos en una averiguación preliminar, recaudando todo el material probatorio para determinar si en algún momento se violaron las normas de marina mercante", concluyó Luna.
La tripulación de la nave varada fue valorada por un equipo médico, que manifestó que se encuentran en buen estado de salud.
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